jueves, 10 de agosto de 2023

miércoles, 9 de agosto de 2023

Iria Flavia

Padrón resuena con fuerte acústica en el panteón de las letras gallegas, ya que a mas de ser la postrera morada de Rosalía de castro, tambien lo es de Camilo Jose Cela, premio nobel de literatura, cuyos restos descansan, por su expreso deseo, bajo un olivo en el cementerio de la parroquia de Iria Flavia, la misma en la que fue bautizado.

lunes, 7 de agosto de 2023

Rosalía


En Padrón visitamos la casa museo de Rosalia de Castro, la gran poeta de las letras gallegas. Aqui residió los últimos tres años de su vida y aqui falleció, en la habitación que da a esa balconada. En sus últimos momentos pedía que le abrieran esa ventana para poder ver el mar.

Padrón

 Los restos mortales de Santiago fueron traídos por los monjes Anasatasio y Teodroro en un barco (de piedra!) desde Palestina . Arriban por la Ria de Arousa y, al  llegar a Padrón, amarran la barca al Piedrón,  la columna de piedra que aun se conserva, ya gastada por la lluvia, en una pequeña iglesia junto al rio. Aquí en Padrón obra el apóstol su primer milagro, ya que al colocar el cadáver sobre la dura roca, esta se ablanda como plastilina y se adapta a la forma a la forma del cuerpo como un guante compostelano.

jueves, 3 de agosto de 2023

plaza Mazarelos


La ciudad de Compostela está situada entre dos ríos llamados Sar y Sarela. El Sar se encuentra al oriente entre el Monte del Gozo y la ciudad, y el Sarela al poniente. Las entradas y puertas de la ciudad son siete. La primera entrada se llama Puerta Francesa; la segunda, Puerta de la Peña; la tercera, Puerta de Sofrades; la cuarta, Puerta del Santo Peregrino; la quinta, Puerta Falguera, que conduce a Padrón; la sexta, Puerta de Susannis; y la séptima, Puerta de Mazarelos, por la que llega el precioso licor de Baco a la ciudad.

         Codex Calixtinus, capítulo IX 

miércoles, 2 de agosto de 2023

compostela

Santiago de Galicia (...) Las almas todavía guardan alli los ojos abiertos para el milagro

        Valle Inclán

Obradoiro



viernes, 17 de junio de 2022

Isleta

La Isleta es la punta de lanza de la ciudad de Las Palmas que se adentra en el mar en la esquina noreste de Gran Canaria. Antiguamente era una isla que unicamente se unía a la ciudad a traves de un ismo que solo emergía durante la marea baja. Quizas por ese aislamiento, la Isleta siempre fue un paradigma de vida alegre, tolerante, populosa. Un poco al margen de la ley.

Durante el siglo XX se fue ganando terreno al mar y el ismo quedó urbanizado y edificado, consolidandose como parte de la cuidad, de forma que actualmente, siendo rigurosos, deberiamos llamarlo la Peninsuleta

 

jueves, 16 de junio de 2022

las Canteras

 


 Las Canteras es la principal playa de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, donde se puede disfrutar de aguas tranquilas durante todo el año. Esto se debe a su emblemática barra que hace las veces de rompeolas natural y ofrece múltiples zonas llenas de vida marina. Una barrera de roca sedimentaria de arenisca y deposiciones calcáreas de origen volcanico que discurre en paralelo a la orilla y emerge con la marea baja proporcionándole abrigo frente al oleaje del norte.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Távira


 Tavira fue árabe hasta el siglo XIII, cuando fue reconquistada por  Paio Peres Correia este cristiano medieval, tras la provocación que supuso el asesinato de siete caballeros de la Orden de Santiago a manos de los árabes durante una tregua. Muy cerca del puente romano, junto a la Iglesia de Santiago, una calle lleva el nombre de 'Los Siete Caballeros'.

El puente romano que une las dos partes en que se divide la ciudad, también divide a su vez el rio, ya que son dos cauces distintos. El rio que llega hasta el puente romano es el Gilao, sin embargo desde ahí hasta la desembocadura es el Sequa.

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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