lunes, 31 de enero de 2011

presidencia

No sé si es algo que me ha sucedido esta noche, o si ha sido una pesadilla fruto de la indigesta cena.

Eran las dos de la mañana y dormía yo placidamente, cuando de pronto suena empieza a sonar el movil. Llama el aun presidente de la Academia, visiblemente afectado por la polémica surgida en torno a su dimisión.


- Eugenio, como era aquello del inmortal?
- “Era piloto de pruebas."- respondo con aplomo -"Me gustaba mi trabajo. Un dia el medico me dijo que tenia un tipo de sangre muy especial. No se de que se trata, pero todo lo que me ofrecen no me interesa”
- ¿podrias repetirselo a un amigo?
- Por supuesto, presidente

Presidente le pasa el telefono a Jose Mota

- “Era piloto de pruebas. Me gustaba mi trabajo. Un dia el medico me dijo que tenia un tipo de sangre muy especial. No se de que se trata, pero todo lo que me ofrecen no me interesa” – repito
- Gracias, que descanses- se despide el cómico
- Venga, disfrutad de la noche

Y entonces sueño que cuelgo el telefono y sigo durmiendo.


jueves, 27 de enero de 2011

Casa del Principe

Al frente del gobierno de Dubrovnik habia un principe, que era elegido entre los varones mayores de 45 años, y residía en el palacio. Lo curioso es que el cargo se reelegía mensualmente. Pasado el mes concluía el mandato y el príncipe debia entregar las llaves de la ciudad y del palacio a su sucesor. El objetivo de esta políticamente saludable brevedad era que nadie se apoltronara en el cargo y a la vez que todo el mundo (en realidad, los varones mayores de 45) disfrutara alguna vez de los privilegios del poder y los lujos palaciegos.

Ahora se puede visitar el palacio y sus tesoros. En el segundo piso hay una exquisita colección de delicadisimas porcelanas chinas. Afortunadamente Adolfo no estuvo presente en esta visita.

martes, 25 de enero de 2011

cumpleañitos



Qué mayor me hago...

jueves, 20 de enero de 2011

placa


La calle Placa es la arteria pricipal de Dubrovnik y separa el barrio romano del medieval. Al fondo hay una estatua de Ricardo Corazón de León, que debió naufragar por estas costas.

La guía nos arenga con una encendida soflama "Siempre que vengan a Dubroivnik verán ondear sobre esta estatua el estandarte de Dubrovnik con la palabra LIBERTAD impresa en letras indelebles. Pero si algun día vienen y la palabra libertad no ondea sobre esta estatua, es que ese dia no hay programado ningun acontecimiento turístico o cultural en la ciudad" (sic)

martes, 11 de enero de 2011

Dubrovnik

Volvamos a Croacia. Costa sur de Dalmacia. Sobre el calmo mar Adriático se vislumbra Dubrovnik. En la céntrica plaza que da a la puerta Pile, principal acceso al recinto amurallado, hondean las banderas de la República de Ragusa, con su lema: LIBERTAS. Rotunda proclama extraida de un aforismo mal atribuido por Cervantes a Horacio “Non bene pro toto libertas renditur auro”. Así reza el lema de la ciudad de Dubrovnik, “la libertad no se vende ni por todo el oro del mundo”.

Asi como eran inflexibles ante la posibilidad de vender la libertad, eran mas transigentes ante la idea de comprarla. De hecho durante siglos mantuvieron la independencia a base de pagar a los venecianos para que les defendieran de los turcos, o a los turcos para que les defendieran de los austrohúngaros. Sea como fuere durante casi mil años consiguieron mantenerse al margen de los grandes imperios, haciendo malabarismos diplomáticos.

lunes, 3 de enero de 2011

El Plata


Impensable abandonar Zaragoza sin visitar El Plata, un café cabaré abierto en 1920, con el nombre “La Conga”. Fue un sitio rompedor y un tanto visionario donde ofrecían espectaculos de variedades, cuerpos desnudos, y numeros picantes. Un lugar que ha ocupado el imaginario de varias generaciones de señoritos zaragozanos, soldados rasos del vecino cuartel de San Gregorio y labriegos aragoneses. Por su escenario desfilaron las más conocidas artistas de la copla y la revista de la época: Encarnita Montoya, Luchi Pardo, Isabelita Conde, Luisita Teruel, Mayte, la de los «Besos de celofán», una gran vocalista que se casó con un americano, las hermanas Siboney o el negro Tonson. El aventurero estuvo en el Plata hace bastantes años, cuando la venerable vedette Mary de Lis se atusaba el vello público con un peine de nacar.

Este peculiar café cantante cerró sus puertas en 1992, pero ha vuelto a reabrir hace poco, bajo el auspicio de Bigas Luna. Y con un espectáculo inmerso en su particular universo: variedades, jotas, drag queens, striptease, danza del vientre, ligueros y cachirulos, dadaismo ibérico, erotismo baturro. A diferencia de otros locales de este tipo, El Plata siempre ha sido muy popular. Entre el público te encuentras de todo: viejunas, jóvencicos, gays, trans, heteros, pijos, musculados, casados, modernos, señoronas con mantilla, guiris, mañicos de campo, y gente de Zaragoza de toda la vida… gente variada, cada uno de su padre y de su madre.
Ah, por cierto FELIZ AÑO A TODAS/OS


amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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