hutongs
Es Pekín una urbe en constante evolución., la arrolladora pujanza económica la lleva a trasformarse a un ritmo frenetico. Un urbanismo feroz arrasa con las construcciones tradicionales y sepulta las esencias pekinesas. De un dia para otro desparecen barrios enteros y aparecen de la nada colosales rascacielos. Los bloques de cemento desafian a las nubes, y las amplias avenidas se asfaltan sobre las esencias mas ancestrales.
Pero aun persisten en el centro de la ciudad los tradicionales Hutongs, un tipo de construcción típica de la ciudad. Los hutongs son manzanas cuyo perímetro exterior suele estar rodeado de pequeños comercios, con algunos estrechos callejones que dan acceso al interior. Una vez que entra en el corazon de la manzana, un laberinto de callejuelas, patios y recovecos, va uniendo el entramado de viviendas mas o menos acomodadas, de una planta, con servicios comunes.
Los hutong tienen su origen en la dinastía Yuang (1271-1368), y fueron construyéndose a lo largo de las posteriores dinastías imperiales hasta la llegada de la Revolución China, según el protocolo de la dinastía Zhou (1027-777), que distribuía la ciudad en círculos concéntricos alrededor de la cuidad prohibida. por la Ciudad Interior y la Ciudad Exterior.
Desde la fundación de la República Popular China, muchos ciudadanos han dejado los hutongs donde vivieron sus antepasados durante generaciones y se han ido a vivir a bloques de apartamentos modernos, en los anillos mas periféricos.
Aunque en los años sesenta Mao Zedong animó a la población a destrozar cualquier reliquia histórica o cultural que simbolizara el imperialismo, ha sido en los últimos 20 años cuando la especulación inmobiliaria ha devorado el 80% de los hutongs de Pekín, en su insaciable voracidad.
Actualmente algunos hutongs estan siendo declarados áreas protegidas, con lo que las viejas construcciones de Beijing se preservarán para las generaciones venideras. Pero existe el peligro de que con el sistema de protección pierdan cierto sabor de autenticidad y acaben convirtiendose en expositores para turistas.
Asi que recomiendo vivamente a los próximos visitantes que recorran y deambulen por los hutongs que encuentren, aún a riesgo de extraviarse. Ahora bien, procurando en cualquier caso no invadir la intimidad de los residentes, que tampoco es cosa de meterse hasta la cocina y ponerse a picotear de su wantung frito.
Pero aun persisten en el centro de la ciudad los tradicionales Hutongs, un tipo de construcción típica de la ciudad. Los hutongs son manzanas cuyo perímetro exterior suele estar rodeado de pequeños comercios, con algunos estrechos callejones que dan acceso al interior. Una vez que entra en el corazon de la manzana, un laberinto de callejuelas, patios y recovecos, va uniendo el entramado de viviendas mas o menos acomodadas, de una planta, con servicios comunes.
Los hutong tienen su origen en la dinastía Yuang (1271-1368), y fueron construyéndose a lo largo de las posteriores dinastías imperiales hasta la llegada de la Revolución China, según el protocolo de la dinastía Zhou (1027-777), que distribuía la ciudad en círculos concéntricos alrededor de la cuidad prohibida. por la Ciudad Interior y la Ciudad Exterior.
Desde la fundación de la República Popular China, muchos ciudadanos han dejado los hutongs donde vivieron sus antepasados durante generaciones y se han ido a vivir a bloques de apartamentos modernos, en los anillos mas periféricos.
Aunque en los años sesenta Mao Zedong animó a la población a destrozar cualquier reliquia histórica o cultural que simbolizara el imperialismo, ha sido en los últimos 20 años cuando la especulación inmobiliaria ha devorado el 80% de los hutongs de Pekín, en su insaciable voracidad.
Actualmente algunos hutongs estan siendo declarados áreas protegidas, con lo que las viejas construcciones de Beijing se preservarán para las generaciones venideras. Pero existe el peligro de que con el sistema de protección pierdan cierto sabor de autenticidad y acaben convirtiendose en expositores para turistas.
Asi que recomiendo vivamente a los próximos visitantes que recorran y deambulen por los hutongs que encuentren, aún a riesgo de extraviarse. Ahora bien, procurando en cualquier caso no invadir la intimidad de los residentes, que tampoco es cosa de meterse hasta la cocina y ponerse a picotear de su wantung frito.
1 comentario:
Dónde están los botones de me gusta en este sitio?!!
Muchas veces intento comentar tus maravillosas entradas y me falla el ordeñador, sorry
Besos
Publicar un comentario