viernes, 26 de octubre de 2007

ritos osiriacos

De los Hijos del dios Ra, el Aire y la Humedad (Shu y Tefnut), nacieron dos divinidades que eran Geb, el dios de la tierra y Nut, la diosa del cielo. Estos dos engendraron cuatro hijos: Osiris, Isis, Seth y Nefthis.

Osiris, al ser hijo mayor y favorito de los dioses, reinaba en la tierra, enseñando a los humanos la agricultura, la escritura y la civilización. Mientras su hermano Seth, se revolvía de envidia. Seth maquinó para asesinar a su hermano y gobernar sobre Egipto. Descuartizó a Osiris en catorce pedazos y los dispersó en el Nilo.

Isis, que ademas de hermana de Osiris era su esposa, fue recuperando los fragmentos de su marido y hermano, pero solo logró reunir trece: el falo de osiris nunca fue encontrado. Esto debió contrariar grandemente a Isis, que intentando subsanar tan inoportuna mutilación, moldeó un pene de barro, para ir tirando.


Con ayuda de los ritos oscuros de Isis, Osiris resucita en Abydos. El miembro injertado no le debió quedar tan mal porque alli mismo fecundó a Isis de su hijo Horus, representado por el halcón.

Horus creció y desafió en Edfu a su tío. Horus venció, pero perdió el ojo izquierdo (la luna) en su batalla contra Seth, y éste perdió los testículos; Horus recuperó su ojo con la mediación de Tot y se lo ofreció como talismán a su padre Osiris para devolverle la vista. También Horus perdió sus manos, cortadas por Isis a causa de Seth.

Total, que esta familia andaba siempre a la gresca. En el juicio de Heliopolis, Horus y Seth convinieron que pelillos a la mar y se repartieron el reino; Seth se quedó como dios del Alto Egipto y Horus del Bajo Egipto. Posteriormente hubo una reestructuración jerárquica y Horus se quedó con todo Egipto, mientras que Seth se quedó como dios del desierto y de los pueblos extranjeros.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

El aventurero está descuidando las formas y se nos ha pasado a la casquería-culebrón.

Wendy Pan dijo...

Eso iba a decir yo, mucho criticar los sudamericanos, y resulta que los tenemos por todas partes:
en Egipto, en las óperas, en las mejores familias...
Y luego al final BETY LA FEA está dando la vuelta al mundo en cien-mil-y-una versión, proximamente la yanky(super-fashio) en Cuatro. Y entodavía no ha "terminado" la española Bea...

Besotes desde Abydos

Anónimo dijo...

Gracias Aventurero, ahora entiendo mejor lo de Stargate. ¿Serás el nuevo miembro del SG-1?

Wendy Pan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Wendy Pan dijo...

ESO SÍ QUE SERÍA MORROCOTUDO !!

Pero entonces me llevas en la maleta, eh doctor Bajis Jackson??

isaac dijo...

Yo también me apunto que soy un experto en descubrir chaurones ;P

Menuda historia ésta, eh? hermanos teniendo hijos entre ellos, luchas, duelos, consoladores de barro... inquiteante

Anónimo dijo...

que lejos os quedais, La saga stargate después de varias temporadas comenzó son Stargate-2 (SG-2) Atlantis, y los malos ya no son los goault, son los Wraith

Wendy Pan dijo...

Ej que claro, tú estas hecho un bucanero de la interneses, por que sino, qué? eh?
Aquí a dos velas, conlo q a mi me gusta el de atlantis, aiiiiins
Bueno que me salga Ben Browder y Claudia Black en SG-1 es un puntazo también, XDDD
Viva FARSCAPE !!

isaac dijo...

con permiso de Galáctica por supuesto, no?

Anónimo dijo...

http://stargate-wiki.de/images/thumb/a/ac/Atlantis_Staffel_2_Promo.jpg/400px-Atlantis_Staffel_2_Promo.jpg

Anónimo dijo...

http://stargate-wiki.de/images/thumb/a/ac/Atlantis_Staffel_2_Promo.jpg/400px-Atlantis_Staffel_2_Promo.jpg

Wendy Pan dijo...

El de la izquierda, el de la izquierda, el de la izquierda aghaghaghaghaghagh (babeo cual Homer Simpson)

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

Contribuyentes