jueves, 22 de diciembre de 2011

EL SALVAJE ESTE


Ya en tiempos de la RDA, la presencia de literatos, centros culturales y estudiantes imprimía su carácter al barrio de Prenzlauer Berg. La plaza en torno a la iglesia de Getsemaní fue uno de los focos de la resistencia civil de la RDA. Hoy los edificios restaurados de fines del s. XIX dominan el perfil urbano. Cafés, tabernas y bares acogen una agitada vida nocturna. Entre los sitios más frecuentados figuran la avenida Kastanienallee, con la cervecería al aire libre "Prater", la Plaza Kollwitz, y la "Kulturbrauerei", una enorme fábrica de cerveza acondicionada como centro cultural.





POR CIERTO, NOS HA TOCADO LA LOTERIA?

lunes, 19 de diciembre de 2011

Reichtag

En 1933 los nazis pegaron fuego al Reichtag, el parlamento aleman y echaron la culpa a los comunistas.

Setenta años mas tarde, el aventurero intenta ascender a la cúpula diseñada por Foster, con un gorro de Gora Euskadi y una mascara de gas pero es interceptado por los servicios de seguridad del Gobierno Federal...

viernes, 16 de diciembre de 2011

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Bajo los tilos


Berlin es una ciudad que me gusta mucho. Creo que no se parece a ninguna otra. Ni siquiera tiene mucho que con el resto de Alemania. La historia ha jugado a menudo con Berlin, utilizandola como laboratorio para ensayar abominables experimentos .

En el dibujo vemos el forum Frriedrichiamum, en la céntrica avenida Unter der linden, bajo los tilos. Alli se encuentra la Babelplatz, donde los nazis quemaron miles de libros de la cercana biblioteca, para matar el aburrimiento de una tarde de 1933.

martes, 13 de diciembre de 2011

Santa Klaus is coming


Últimamente he estado un poco vago con el blog, pero hoy he leído en la prensa una noticia que me ha devuelto la fe en la humanidad, y me ha animado a seguir trabajando.

Quizas lo hayais leido tambien. Se trata de la historia de un ciudadano alemán, que cuidadosamente ataviado de Santa Klaus, se pasea por el mercadillo navideño de Alexanderplatz, en Berlín, ofreciendo a los transeúntes un vasito de licor para brindar. El líquido es en realidad una mezcla de alcohol barato con una especie de droga sintética y ya ha conseguido intoxicar a unos cuantos confiados ciudadanos, produciéndoles vómitos, mareos y desmayos.

La policía berlinesa intenta atrapar al perverso Santa Klaus antes de que envenene a más infelices, pero entre tanto ha pedido a la población que estas navidades rechace con firmeza los regalos de Papa Noel y derive sus pedidos a los siempre fiables servicios de provisión de los Reyes Magos de Oriente.



amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

Contribuyentes