sábado, 29 de noviembre de 2008

sardinadas


Entre cabezada y cabezada, nos lanzamos a las calles en busca de aventuras, a menudo impulsados por una marcada inquietud gastronómica.

Si algo me ha enseñado mi experiencia como viajero es que el desayuno debe ser abundante y rico en calorías, la comida opípara y la cena descomunal. Sin embargo, y he aquí el secreto de la dieta del aventurero, la merienda ha de ser frugal en la medida de lo posible.


jueves, 27 de noviembre de 2008

Meknes

Mulay Ismail levantó Meknes de la nada. Esta ciudad fue su obsesión. Miles de esclavos y prisioneros cristianos levantaron kilómetros de bastiones, puertas monumentales, arsenales gigantescos, graneros… como para una boda.. Pero era él quien dirigía y vigilaba personalmente las obras. A veces incluso cogía el pico y se ponía a golpear las piedras para dar ejemplo. Otras veces, en lugar de las piedras, golpeaba las cabezas de los obreros negligentes, con una finalidad igualmente edificante.

La ciudad aun conserva un aire sobrecogedor. Los inmensos muros de los palacios, hoy sumidos en el abandono, parecen quejarse. Durante su construcción, los cadáveres de los ajusticiados y de los esclavos que morían en la obra eran utilizados como cimientos de las murallas y su sangre se mezclaba con el mortero. Ahora sus lamentos se dejan oír en el silencio de la noche, entre los vestigios de esas ruinas que evocan el poderío de aquel terrible sultán y el sufrimiento de su pueblo.



martes, 25 de noviembre de 2008

Mulay Ismail


Nada más ser coronado Mulay Ismail, segundo soberano alauita, envió 700 cabezas decapitadas a Fez, para que advirtieran que era un hombre con sentido del humor.

Ismail practicó su afición por el asesinato con tanto éxito y frecuencia durante sus 55 años de reinado que acabó provocando una importante recesión demográfica, si bien intentó compensarla trayendo al mundo 800 hijos de sus mas de 500 mujeres.


En su desmesura, se propuso levantar en Meknes una fastuosa capital que hiciera que Versalles pareciera un cobertizo. De hecho, siempre admiró a Luis XIV. Hasta tal punto que intentó convertirlo al Islam y le pidió que le entregara a su hija, Maria Ana de Borbón, para incorporarla a su harén. El Rey Sol en lugar de su hija le regaló un par de relojes, que aun pueden contemplarse junto a la tumba del Mulay.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Su majestad


En Marruecos es habitual, si no obligatorio, que los establecimientos coloquen una fotografía del rey realizando actividades relacionadas con el sector al que se dedican: en las panaderías exhiben una foto del rey degustando una hogaza; en las casas de comida, el rey zampándose un cuscus; en las relojerías, el rey consultando la hora en su rolex; en las mercerías, el rey probándose unos gayumbos, y así.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

La teniente Onil

Esta noche en Pluton BRBnero, dan el capítulo
"La teniente Onil", con la participación de Terele Pavez y Sancho Gracia.
El guion es de Eugenio Lasarte, de profesión aventurero.
A las 23,30 en
la 2

martes, 18 de noviembre de 2008

Qarawyin


Una piadosa mujer de Fez, Fátima al-Fihri, mandó edificar la medersa Al-Qarawyin, considerada la primera universidad del mundo, a mediados del siglo IX, mucho antes de que en la cristiandad se empezaran siquiera a plantear la posibilidad de que las mujeres tuvieran alma.

jueves, 13 de noviembre de 2008

safi



Cae la noche en Safi. En la terraza de un café junto al puerto establecemos nuestro centro logístico. Desde allí observamos el devenir de los acontecimientos.

El aroma del té con hierbabuena no consigue neutralizar los penetrantes olores de esa amalgama formada por fosfatos, fertilizantes, hidrocarburos y cabezas de sardinas.


martes, 11 de noviembre de 2008

La coprinus y la amanita

En Sos del rey catóico asisití a una exposición micológica que calificaría de instructiva e interesante si no hubiera sido empañada por los desafortunados acontecimientos postreros que os voy a referir.

Acababa de adquirir un paquete de cantarellus a un precio muy razonable, cuando llamó mi atención una seta que parecía derretirse en un liquido negro.


Inquirida al respecto una amable micóloga me explicó que se trataba del Coprinus comatus, conocida en euskera como urbeltz. Su carne es excelente pero debe comerse enseguida porque a los pocos dias empieza a licuarse hasta acabar totalmente transformada en tinta. Me cuenta la expositora que Hitler siempre escribía con tinta de coprinus, a fin de evitar las falsificaciones, e incluso fusiló a un comandante de la Gestapo por haber falsificado su firma, fraude descubierto con un microscopio al detectar la falta de esporas en el papel.

Animado por la curiosa explicación, sigo recorriendo la exposición hasta llegar a un stand que muestra un excelente ejemplar de amanita caesarea. A fin de observarla mas de cerca, le ruego al encargado que me la acerque
“¿Me das la amanita?”. Tan inocua solicitud debió ser mal interpretada por el rudo micólogo baturro, de los de azada y cachirulo, de manera que tuve que escapar precipitadamente para que dicho energúmeno no me arrojara al pilón, en pública represalia por aquella inocente aunque equívoca petición.


domingo, 9 de noviembre de 2008

SOS


Sos del rey católico, es una villa fortificada sobre un espolón de roca desde el que se divisa un amplio espacio de montes y vaguadas. Alli nació Fernando el católico, rey de aragon (el que montaba tanto, tanto montaba), y Berlanga rodó alli La vaquilla.

Situada en tierras fronterizas entre el reino de Navarra y el de Aragon, Sos se fortificó tempranamente, manteniendo en la actualidad todo su perímetro amurallado. Nosotros accedimos al casco urbano por la Puerta del Bueno, como no podia ser de otra manera.

En la plaza mayor encontramos estos soberbios arcos de lonja, y en uno de esos arcos una hendidura de una determinada longitud que determinaba la medida de la vara, unidad que se utilizaba para medir telas y otras mercaderías.

En esa misma plaza, en la fachada de un palacio renacentista había una inscripción tallada en la piedra a golpe de martillo y cincel.

"La maldición de la madre abrasa
y destruye a los hijos y a la casa"

Que mal rollo, no?


jueves, 6 de noviembre de 2008

Sangüesa y el cabezonico de Campo Real


Este fin de semana he estado en Navarra, en la zona de Sangüesa. Ya había estado por allí hace años merced al anfitrionaje del amigo Angel.

Nada mas llegar, pregunté por un entrañable personaje carpetovetónico que conocí en aquel otro viaje: el cabezonico de Campo Real.

Padecía el cabezonico una acusada hidrocefalia y una nociva afición por los alcoholes destilados. Quizás lo segundo para olvidar lo primero. Menguado en estatura y entendederas, habría inspirado los pinceles de Velazquez o la pluma de Valle Inclan.

Una invernal noche de melopea, exponiéndose a las amenazas de la hipotermia, se tumbó en un banco a la intemperie y se quedó dormido, como un pajarico.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Tempelhoff

Inaugurado en 1923, era el de Tempelhof el aeropuerto civil más veterano del mundo. Tras su ampliación iniciada en 1934, esta gigantesca construcción de la época nazi se convirtió en el mayor aeropuerto europeo y continuaba siendolo hasta ayer.

Durante la guerra fria, el aeropuerto de Tempelhoff se convirtió en la única conexion del mundo con el Berlin occidental, que en aquella época era una isla dentro de la Republica Democratica Alemana. Por alli entraban todos los avituallamientos de la ciudad.

Cuando yo lo visité, hace ya unos años, parecía un mausoleo vacio, con apenas trafico aereo. El eco de los pasos de los escasos pasajeros resonaba durante largo rato en el gran vestibulo.

Ayer lo cerraron definitivamente. Una pena

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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