miércoles, 21 de marzo de 2012

Josechu, el vasco














He hecho este collage como un pequeño pero sentido homenaje a Josechu, el vasco, y a su autor, Joaquim Muntanyola, recientemente fallecido.

He insertado al Popeye euskaldun en un cuadro de Jose Arrue, donde parece encontrase en su entorno natural. Se dispone a tomar el autobús de Arratia, llevando consigo el equipaje imprescindible.

Alberto, Jose, Ramiro y Ricardo Arrue fueron cuatro hermanos bilbainos que se dedicaron a la pintura y alcanzaron en su tiempo notable reconocimiento, aunque quizas Jose fue el mas popular, con sus típicas estampas de romerías, siempre con una picelada de socarronería.

Tambien los hermanos Zubiaurre fueron conocidos pintores de esa misma época. Se ve que en cuestion de pintura vasca, la fama iba por familias. De ellos dijo Ortega y Gasset “los hermanos Zubiaurre son pintores vascos sordomudos. Por tanto, tienen tres buenos motivos para no hablar”

lunes, 19 de marzo de 2012

zinemaldi

Hola, aventureros

NOPAL

He presentado estos carteles para los concursos del Festival de cine de Donsoti.

 ZORBA


Ahora estan en fase de votacion popular, asi que si os apetece darme un votico, podeis hacerlo, dandoos de alta en esta direccion.
LA MIRADA DEL BUEY

Es un poco complicado llegar hasta alli, porque hay mogollon de participantes, pero luego sortean bonos para el cine y mas movidas entre los votantes


HIRU DIMENTSIO

lunes, 12 de marzo de 2012

oropendola y gato



La oropéndola posada sobre la rama del ciruelo en flor, canta despreocupadamente
Abajo el gato la observa y la escucha, en calma. Todo es armonía, . No hay hostilidad en el gato, que en la pintura china es un símbolo de buenos augurios. 

Sin embargo, subyace en el dibujo cierta tensón, ligeramente inquietante.

lunes, 5 de marzo de 2012

inspiracion


Aquí podemos ver al Aventurero, en una de las escasas fotografías recientes, pincel en ristre e indumentado con el tradicional ropaje de pintar sumi-e. Su sobrecargado estudio denota un síndrome de Diógenes muy alejado del ambiente zen que requeriría esta disciplina.

De la serenidad de sus rasgos y del brillo extasiado en la mirada se colige que, en el momento de la instantanea, le está sobreviniendo una súbita inspiración.

 

Acompaño con una canción de Victor Coyote, aunque no guarda relación con el tema, porque ayer estuve en un concierto suyo en el bar Luz de Gas, evento en el que coincidí con el crítico Larrauri y su encantadora esposa.

viernes, 2 de marzo de 2012

biombo


He aquí un biombo con motivos orientales que he pintado para el tato. En el panel izquerdo podemos ver los clásicos bambús o bambúes, que de ambas maneras puede decirse.

El bambú es la planta que más rápidamente crece en toda la aturaleza. Un brote crece un prometido de entre 8-15 centímetros diarios en su ambiente natural y puede alcanzar los 35 metros en su madurez. En cultivos experimentales y en condiciones óptimas puede crecer más de un metro en un día. Ninguna otra especie es capaz de batir ese récord.

En los paneles central y derecho podemos leer un proverbio chino cargado de sensatez: “Nunca mates una mosca sobre la cabeza del tigre”

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

Contribuyentes