jueves, 26 de junio de 2014

mas frio que el botijero de la fuente de Urkizu


 

Desde sus oigenes la Eibar estuvo ligado a la industria armera: se conserva un documento del año 1482 que recoge un encargo de 15.000 arcabuces. Las ferrerías del valle forjaron armas como para exterminar a toda la población nativa de las colonias.
 
Tras  el  auge en la producción, auspiciado por la Primera Guerra mundial, vino una gran crisis en el sector, al quedarse con un gran stock sin salida comercial, cerrarse el mercado estadounidense y complicarse el europeo. La salida de la crisis armera se realiza mediante la diversificación del producto. Esa es la época en que muchas empresas cambian la fabricación de pistolas por la de bicicletas o máquinas de coser.
 
En cualquier caso, los trabajadores de aquellas fabricas pasaban mucha sed por el calor de los hornos, asi que se asento el oficio del botijero,  que llevaban agua para beber a los trabajadores de los talleres en todos los rincones de la ciudad. A veces, a cambio de un pequeño y discreto suplemento, el agua del botijo era sustituido por revitalizante  tintorro.
 
En honor de ese tradicional oficio eibarres se instaló una figura de bronce que representa al aguador junto a la fuente de Urkizu, una de las más antiguas de la ciudad. De ahí, que a si tratas a alguna eibarresa con distanciamiento y desapego, ella quizas te  reproche que eres “mas frío que el botijero de la fuente de Urkizu

miércoles, 25 de junio de 2014

scretchcrawll en Eibar

Algunos de los compañeros dibujalaris que vinieron a Eibar, de sobremesa. no se muy bien porque pero en estos encuantros la mayor represenatacion siempre procede de Bergara. Se ve que hay alli mucha afición al dibujo.



martes, 24 de junio de 2014

Eibar

El otro dia fui a Eibar a dibujar con los amigos de EUSKAL HERRIA'S SKETCHCRAWL.

Aunque llegué tarde, el dia cundió y me dio tiempo a hacer varios dibujos, y me quedé con ganas de mas, porque Eibar es un pueblo con una orografia escalofriante, encajonado en el valle del Deba, con los montes que se elevan amenazantes sobre los edificios,  visualmente aplastados contra la ladera. Tiene, por otra parte,ejemplos de arquitectura industrial racionalista muy fotogenicos.

Ademas de ser el pueblo natal de Zuloaga, uno de mis pintores favoritos, Eibar es  una localidad con mucho caracter. Fue en esta plaza, al lado de este quiosko que parece sacado de la rue del Percebe, donde por primera vez ondeó la bandera republicana el 13 de abril de 1931. El ayuntamiento eibarrés proclamó unilateralmente la República un dia antes de que España diera ese paso, al expulsar a Alfonso XIII, "no por rey sino por ladrón" en palabras de Valle-Inclan. Tome nota su biznieto.

 

 
El escritor eibarrés Toribio Echeverria redacta, en su libro Viaje por el país de los recuerdos la proclamación de la Segunda República en Eibar de esta forma:
 “y antes de las seis de la mañana habíase congregado el pueblo en la plaza que se iba a llamar de la República, y los concejales electos del domingo, por su parte, habiéndose presentado en la Casa Consistorial con la intención de hacer valer su investidura desde aquel instante, se constituyeron en sesión solemne, acordando por unanimidad proclamar la República. Acto seguido fue izada la bandera tricolor en el balcón central del ayuntamiento, y Juan de los Toyos dio cuenta desde él al pueblo congregado, que a partir de aquella hora los españoles estábamos viviendo en República.”

martes, 17 de junio de 2014

XAKE

Hola, amigos y amigas.

Antes de nada debo pediros disculpas, por este silencio que os he infligido, provocando a numerosos seguidores de este blog, una angustiosa  sensación de abandono y desamparo.
Podría alegar en mi descargo problemas tecnicos, que los hubo, un escaner sicopata y un ordenador indolente y obsolescente. Pero lo cierto es que me vence el cansancio y la molicie.

Bueno, pues a ver si voy volviendo poco a poco.

 Aqui os dejo el cartel que he diseñado para un campeonato que organiza mi club de ajedrez. Ademas de solazaros en la imagen dadaista y viejuna, el que tenga afición tambien puede apuntarse a jugar unas partIdillas de ajedrez, que es una digna via de escape de esta realidad vertiginosa, plagada de partidos de futbol, sucesiones dinasticas y demas sucesos inexplicables.


amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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