viernes, 29 de abril de 2016

dindurra


 
En los bajos del teatro (precisamente) Jovellanos se encuentra uno de los establecimientos mas antiguos de Gijon: el cafe Indurra, abierto por primera vez en 1901, con su exquista decoración art-decó.
 
En 2013 murió la propietaria del local Mragarita Huerta y el local cerro hasta que un anueva gerencia se ha hecho cargo del negocio. Aunque ahora ha caido en manos de los hipsters, hay que admitir  que la profunda remodelación que han acometido ha sido muy respetuosa y mantiene intacto esa solera con sus elementos decorartivos mas caracteristicos: el suelo de mosaico, los asientos de terciopelo y, sobre todo, las columnas doradas con forma de chorros de agua. No so lo perdais.

miércoles, 27 de abril de 2016

Jovellanos


   Entiendo por felicidad aquel estado de abundancia y comodidades que debe procurar todo buen gobierno a sus individuos

M. G. de Jovellanos





En un salto nos plantamos en Gijon. Allí, paseando por los jardines de Begoña nos encontramos con el teatro Jovellanos. Un poco mas adelante, siguiendo la calle Jovellanos,  llagamos el mercado Jovellanos, y la casa natal de Jovellanos. No evitamos la biblioteca Jovellanos, ni el instituto Jovellanos. Aunque no asistimos, por lo apretado del programa a ningún partido del club de balonmano Jovellanos.

Grande ha de ser la admiración que Gijon profesa a su hijo predilecto, el insigne ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) , o bien tiene pocas celebridades para homenajear, porque solo les falta inaugurar los urinarios públicos Jovellanos

viernes, 22 de abril de 2016

Colunga y los calamares gigantes



Lo que mas me impresionó de Colunga, es que en sus aguas proceden la mayoría de los calamares gigantes que se han registrado en el mundo.

Desde los albores de la navegación en el norte de Europa se hablaba de una bestia terrible que con sus grandes tentáculos arrastraba a los navíos y sus tripulantes al fondo marino. Era el Kraken, un animal que se creía producto de la febril imaginación de los marineros, pero ahora sabemos que existen realmente desde que empezaron a encontrarse los cuerpos varados de calamares gigantes muertos en las playas asturianas.  

Se conocen bajo el nombre científico de Architeuthis, y pueden llegar a medir 12 metros y pesar 200 kilos. En Septiembre del 2002 se atrapaba un ejemplar vivo de esta misteriosa especie en el Caladero de Carrandi de Colunga, el único hasta el momento.

Para los que esteis pensando en grandes raciones de rabas rebozadas, lamento participaros que esta especie no es apta para el consumo humano ni en las menos exigentes sociedades gastronómicas gipuzkoanas. Y es que los calamares gigantes tienen grandes problemas para eliminar los metales pesados, por lo que se compone mayormente de amoniaco.

jueves, 14 de abril de 2016

Lastres




Empezamos el recorrido en la villa marinera de Lastres, premio Príncipe de Asturias a Pueblo Ejemplar, en el concellu de Colunga, es una de la más bellas y típicas del litoral asturiano. Situada en una colina, sus calles empedradas y sus innumerables escalinatas, se deslizan ladera abajo y se adentran hacia el mar.

Desde el mirador de San Roque, situado en la parte más alta del pueblo, se puede admirar una preciosa panorámica de la localidad, la costa oriental de Asturias, e incluso, los Picos de Europa.

En el conjunto histórico encontramos lugares con tan emblemáticos como la Iglesia de Santa María de Sábada, la Torre del Reloj, el puerto, donde las artesanas reparan ñlas redes y se subasta el pescado cada dia  con la llegada de los barcos, o el Barrio de los Balleneros. Se cuenta que con el aceite extraído de la grasa de las ballenas que se pescaban en Lastres, se alumbraron durante años las lámparas de la catedral de Oviedo.

Pero el mayor reclamo actual  para el turismo es que en Lastres se ha rodado la serie de antena 3 Dr. Mateo, protagonizada por  Gonzalo de castro Y Natalia berbeke, en la que un reputado doctor  deja  su destino en nueva York joven para ejercer de medico rural en el pueblo costero  donde veraneaba de niño. Allí se enamora de la maestra y pasa lo que pasa.


miércoles, 13 de abril de 2016

asturias de mis amores

Esta Semana santa ha caido escapadita a Asturias patria querida, Asturias de mis amores.

Tremendos cahopos estaban llamandonos desde el principado, como las sirenas que querian arrastar a Ulises a las pofundidades del abismo. Completaban el coro fritos de pixin, dulces carballones y esplandidas fabadas.

Pero no todo fue coser y yantar, que algunos dibujitos ya produjimos. Ire  poniendo algunos en este foro sin aforo.

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

Contribuyentes