jueves, 31 de enero de 2008

Babalao yoruba




Tal y como aprendió de sus mayores, los yoruba, el babalao se dispuso a invocar a los orishas con las ofrendas que requiere el ritual de la santería


ELEGGUA: Dios de los caminos y guerrero temible. Se debe colocar detrás de la puerta para proteger la casa.
OCHUM: Virgen de la Caridad del Cobre.
YEMANYÁ: Virgen de la Regla, dueña de los mares
CHANGÓ: Guerrero viril, señor del trueno, el rayo, el fuego y los tambores Batá
OLOFI: Por su rango no interviene en las cosas cotidianas.




miércoles, 30 de enero de 2008

FUENTE DE ARETUSA


Fuente de agua dulce junto al mar, conocida y cantada desde la antigüedad por poetas como Píndaro y Virgilio. Según la mitología griega, Aretusa, ninfa de la Élide, un día, despues de cazar, se fue a bañar al rio Alfeo; el rio se enamoró de ella y asumió la forma humana para perseguirla; la ninfa invocó a Artemides, que la transformó en fuente, la hizo profundizar bajo tierra, atravesó el mar Jónico y salió luego a la luz en la isla de Ortigia, en Siracusa. Elfeo, pertinaz, volvió a transformarse en rio, cruzó el mar y se unió a Aretusa en la isla de Ortigia, en la fuente que aqui vemos.

lunes, 28 de enero de 2008

IGLESIA DE SAN SERGIO Y SAN BACO


El emperador Justino I planeaba asesinar a Justiniano, su sobrino y heredero, cuando, en sueños se le aparecieron los santos Sergio y Baco, mártires y patronos del ejercito romano, intercediendo por la vida del sobrino. En agradecimiento Justiniano dedicó a estos santos una iglesia que sería el modelo que diez años mas tarde se seguiría para la construcción de Santa Sofía.

Tambien se le llama la mezquita de Hüseyin Aga, ya que bajo el ábside está enterrado el hombre que convirtió esta iglesia en mezquita, Hüseyin Aga, jefe de los eunucos negros de Bezayit II .


viernes, 25 de enero de 2008

cumplecojo











A misa no voy
porque estoy cojo

A la taberna llego
poquito a poco



Entre el liquido sinovial y un cartílago que recubre la rótula me tienen pelin cojito, incapaz para las tareas cotidianas. No digamos ya para la Aventura, a la que hablitualmente me dedico en cuerpo y alma. Ojalá que nunca os veais en tan lamentable situación.

Ah, y ademas es mi cumpleaños!




miércoles, 23 de enero de 2008

A BORBOTONES


azucarillo vertido en lenguas que amenazan un lujo de caries
mientras los ojos rasgados
se beben en mi y en ti
-y tu que sabes de eso?-
esta alondra que vuela hacia
tu hombro desnudo, como un loro
que dice
"y tu para que pintas?"
poesia automática de nom snad

lunes, 21 de enero de 2008

Mítico fin de semana en Madrid.

Grandes momentos en la capital del reino.
Pudimos disfrutar en el estreno de Los crímenes de Oxford, saludar a Frodo Bolson, platicar con la flor y nata del blogerismo interprovincial y tomarnos unos cubatones por la patilla en local climatizado.

Aparte de eso fuimos a ver un prescindible sainetillo con Nuria Espert en el Teatro Español, tomamos vermuth con sifon en Chueca (en un bar que por lo visto le dicen El comunista, aunque en la puerta solo pone Venta de Vinos) y comimos bocadillo de calamares en la plaza Mayor, chocolate con porras en Chamberí, y donner kebab en Lavapies.
En resumen, un fin de semana mas casta que Samy Davis jr. y mas castizo que la violetera


miércoles, 16 de enero de 2008

Los crímenes de Oxford


En fin, sigamos con lo nuestro. The show must go on.

Mañana inicio otro viaje morrocotudo, concretamente a Madrid, donde asistiré al preestreno de la esperada película Los crímenes de Oxford, del bueno de Alex de la Iglesia, al que deseo un exito arrollador. Mucha suerte.

Reproduzco aqui una propuesta que hice a la productora para el cartel de la película, que finalmente fue desestimada por razones que no recuerdo.


martes, 15 de enero de 2008

A Juan Carlos, in memoriam

Oirsive jeneusse
a tout asservie
Par délicatesse
j' ai perdu ma vie.


RIMABUD


Queria dedicar esta entrada a Juan Carlos Salaverri, que nos acaba de dejar, amigo irrepetible y la persona mas ingeniosa que he conocido. Y la verdad es que no sé que poner; reproducir uno de sus txistes del aittitte me parece una frivolidad que enturbiaría el dolor de la perdida, pero el inefable Salaverri lo prefeririá a una evocación trágica.

Asi que os dejo un par de cosas que recuerdo que sí le gustaban. Una es este cuadro que escenifica la primera vez que Dante vió a Beatrice, con el florentino Ponte Veccio al fondo.

La otra es esta canción de Henry Mancini, para la película de la pantera rosa. Como él decía, estación de ski de St. Moritz, Alpes Suizos. Una cuadrilla de burguesazos de tomo y lomo, reunidos en torno a una chimenea inmensa y de pronto... ¡Fran Jeffries cantando, sin que nadie la hubiese visto antes allí, y acompañada de una orquesta invisible! Momento mágico!


Hasta siempre, J.C.


miércoles, 9 de enero de 2008

Puentes sobre el Danubio


Antes de retirarse de Budapest los nazis volaron todos los puentes de la época del Imperio austrohungaro. Afortunadamente después de la guerra se reconstruyeron reproduciendo fielmente los originales.

Precisamente para recordar la barbarie que tuvo lugar en la ciudad durante la segunda guerra mundial, se montó una instalación artística al borde del Danubio. En algún punto de la orilla, una larga hilera de zapatos sorprende al visitante, como si algunas personas los hubiesen dejado allí y se hubiesen lanzado al rio a darse un chapuzón.

En dicho punto, los judios eran atados en parejas, y tras disparar a uno de ellos, eran arrojados al Danubio. La hilera de zapatos pretende recordar a aquellas personas, como si no hubiesen desaparecido, como si sus zapatos estuviesen aún esperando a que sus dueños saliesen del agua.


domingo, 6 de enero de 2008

antiguidades


En Portugal las tiendas de articulos nuevos parecen tiendas de segunda mano. Las tiendas de segunda mano parecen almonedas. Las almonedas parecen anticuarios y los anticuarios parecen mas anticuarios. Es como si a todo le sumasen 30 años y le diesen una pátina de betún de Judea.

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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