martes, 29 de marzo de 2011

El órgano del Mar

Dos modernas curiosidades hacen mas atractiva la visita a Zadar. Una es un gran reloj solar de 22 m de diámetro, situado en el puerto, que recoge la energia del sol y abastece la electricidad de todo el paseo marítimo.

Pero lo mas original es un órgano musical construido mediante unas válvulas talladas en la piedra blanca, bajo las escalinatas que entran al mar. El agua, al entrar y salir, empuja el aire a través de 35 tubos desplegados a lo largo de la costa y es expulsado por unos agujeros horadados en el suelo, produciendo sonidos aleatorios. La melodía depende de la velocidad y empuje de las olas, y siempre es distinta en función de la fuerza del mar. Tan curioso instrumento produce armonías extrañamente bellas.

Ambas instalaciones son obra del arquitecto Nikola Basic y se inauguraron en abril de 2005, convirtiéndose en grandes atractivos turísticos de la zona. En 2006 se le concedió el primer premio de los Premios Euro para Espacios Públicos Urbanos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Zadar


Según Alfred Hitchcock, los atardeceres mas bellos del mundo acontecían en Zadar, un pueblo costero situado a 70 kilometros a norte de Split.

Con alrededor de tres mil años de historia, Zadar es el pueblo eslavo más antiguo del Adriático y durante muchos siglos fue la capital de Dalmacia. Su turbulento pasado ha dejado una gran mezcla de arquitecturas procedente de diversas culturas. Sienten especial orgullo por el patrimonio romano reflejado en su basílica, templo, anfiteatro y acueducto, todos muy bien conservados.


En Zeleni trg se encuentran los principales lugares de interés de Zadar: el Foro Romano , la iglesia de san Donato, Catedral de Santa Anastasia, y la Iglesia de Santa María, donde las monjas benedictinas se encargan de la custodia de los impresionantes tesoros del Patrimonio nacional. En caso de conflicto bélico las monjas tienen orden de ocultar las joyas en un lugar que solo ellas conocen y que no van a revelar por mucho que les preguntes, asi que ni te molestes.

Lo que si debes hacer es tomarte tu copita de marrasquino, licor típico de Zadar, elaborado a partir de la maceracion de huesos de cerezas marasques, y muy usado en coctelería.

viernes, 18 de marzo de 2011

Kairos y su mechón


En el convento benedictino de Trogir se encuentra una de las escasas representaciones que conozco de Kairos divinidad griega que representa la oportunidad, el momento justo.

Los griegos tenían dos palabras para significar el "tiempo": Chronos y Kairos. Chronos es el tiempo del reloj, el tiempo que se mide. Fluye sin poderse detener, pero en él ocurren instantes singulares que marcan el cambio definitivo de una situación a otra, son los momentos de Kairos. Kairos, el momento justo, no es el tiempo cuantitativo sino el tiempo cualitativo de la ocasión, la suerte, la experiencia del momento oportuno.

A Kairos se le suele representar como un joven con alas en los tobillos y en huida continua. Su cabeza es calva y tiene un único mechón de pelo denso, que representa la marca de la suerte.

Cuando Kairos pasa a tu lado, debes andar listo y aferrarte a su mechón para aprovechar la ocasión. Si no te das prisa, si dudas un instante, no te dará tiempo a agarrar el mechón. Tu mano resbalará por la calva y ya habrás perdido para siempre esa oportunidad. De ahí procede la expresión “la ocasión la pintan calva”.

martes, 15 de marzo de 2011

Trogir

Otro sitio recomendable en la costa dálmata es Trogir, una especie de isla puente que comunica el continente con otra isla mas grande, la de Ciovo. El pueblo nació como un asentamiento griego y fueron pasando por alli los romanos, bizantinos venecianos, hungaros, eslavos austriacos y cada cual iba dejando su impronta. Que si un campanario por aquí, que si una logia por allá.

Tiene un pórtico románico estupendo, esculpido por el maestro Radovan, un recinto amurallado era el un conjunto medieval bastante armónico, y una agradable paseo en derredor, por donde recalan veleros y yates.


¿SABIA USTED QUE...?


En un extremo de Trogir se encuentra la fortaleza del Camarlengo, que, como sabeis, es el funcionario eclesiástico que certifica la muerte del Papa. Para cerciorarse del deceso papal el Camarlengo le pega tres martillazos en la cabeza. Si el Santo Padre no se mueve, el camarlengo certifica la muerte, dispone el sepelio y la constitución del cónclave. Por el contrario, si reacciona es que aun está vivo, y el Camarlengo abandona presuroso las estancias vaticanas, como alma que lleva el diablo, temeroso por las posibles represalias pontificias.

lunes, 7 de marzo de 2011

Rocio, Adolfo y Marulic


Teniamos una guia en Croacia a la que llamaremos Rocio, mas que nada porque era asi como se llamaba. Rocio no era especiamente guapa, ni simpática. No tenia vastos conocimientos sobre la historia croata, ni tenia una certera capacidad de reacción ante las adversidades. Sin embargo tenía un don, que la hacía única e irrepetible.

A la minima contrariedad, Adolfo se impacientaba. Se sentia indignado, y enseguida lo achacaba a algun fallo de la organización. Fuera de control, se dirigía a Rocio y le increpaba con grandes reproches y aspavientos. Rocio se llevaba a Adolfo a un aparte y no sabemos que tipo de explicaciones promesas o amenazas le trasmitía, pero el caso es que volvia transformado en otra persona, comprensivo, dialogante. A la vuelta, Adolfo nos pedía paciencia, nos explicaba que hay que entender que estamos un grupo grande y que hay que atender a las distintas necesidades, que hay que ceder un poco por el bien general. Mari Carmen, Joti y yo no dábamos crédito a lo que oíamos. Habíamos mandado a un Saulo furibundo y regresaba un San Pablo, derribado del caballo, convertido a la nueva fe. Iba Orlando furioso y volvía Buda iluminado.

Enseguida nos aprendimos el truco y, cada vez que se nos alteraba un poco el chaval, se lo mandábamos a Rocio y nos lo devolvia mas suave que la seda. Incluso tanteamos la posibilidad de contratarla para otros viajes, ofreciéndole un cheque en blanco. Pero ella se negó en redondo, no sabemos si porque el trabajo tenia demasiada penosidad o porque el cheque estaba en blanco.

En la imagen podemos ver al primogénito en un aplaza de Split, furioso, antes de la intervención rociera, apoyado en la estatua de Marco Marulic, excelso poeta croata.


martes, 1 de marzo de 2011

Buza bar



Cuando esteis en Dubrovnik, no dejeis de pasar a tomar algo por el Buza bar, una terraza al aire libre, a la que se accede por una pequeña puerta excavada en la muralla. Tiene una ubicación imposible, colgada de un acantilado, entre el recinto amurallado y el mar.

Las vistas desde alli son estupendas y los atradeceres estremecedores, pero tambien es un lugar garadable por las noches con la luz de las velas y los farolillos de los barcos brillando en la oscuridad.

Cuando llegamos nosotros era ya de noche y sonaba Fly me to the moon, de Frank Sinatra

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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