viernes, 26 de octubre de 2012

por Cuba


Cuando leais esto estaré correteando por los caminos de Cuba, asi que me centraré en el viaje y ya os contaré a la vuelta.

miércoles, 24 de octubre de 2012

martes, 23 de octubre de 2012

La flor de peonía


Luoyang está en el sector oeste de la provincia de Henan, en el curso medio del Río Amarillo. A partir del año 770 a. de C. fue capital de nueve dinastías, pero hoy apenas quedan rastros en la ciudad de aquel esplendoroso pasado. En el año 68, se construyó el primer templo budista de China, el Templo Caballo Blanco. Aunque el templo aún existe, casi no queda nada de la construcción original.

Una de las grandes atracciones de Luoyang, junto con el Templo Shaolin y las Grutas Longmen, es la flor de peonía, conocida como "la primera flor celestial" por su diversidad y su sorprendente cromatismo, tirando a kitch.

Todos los años se celebra en Luoyang el Festival de la Peonía, en el mes de abril, cuando llega la primavera, y la ciudad se embriaga del aroma de la omnipresente flor. Y durante unas semanas, todas las calles, parques, casas se engalanan con miles de tipos distintos de peonías. Coincidiendo con el festival, en el Museo de la Peonía se exhiben caligrafías y pinturas con esta flor como tema principal, y se exponen la historia, las leyendas y los métodos del cultivo...

Una de estas leyendas nos cuenta que la emperatriz Wu Zetian de la dinstía Tang (624-705), hizo una apuesta con un oficial en cierta oportunidad. Afirmaba la emperatriz que, si ella asi lo ordenaba, todas las flores del Jardín imperial de Chang’an se abrirían en una misma noche en pleno invierno. Bajo su divino orden, todas las flores obedecieron, excepto la peonía. Indignada, la emperatriz expulsó a la peonía de la capital Chang’an y la desterró a Luoyang, donde la desobediente flor se expandió a su anchas.

jueves, 18 de octubre de 2012

La Gran Mezquita de Xian



Esto que veis en el dibujo, por extraño que os resulte, es una mezquita. Y esta pagoda que se alza en medio es el minarete desde donde el mujahidin llama a la oración cinco veces al dia, tal y como prescribe el Corán. Y esta orientada al oeste, hacia la Meca, en lugar de hacia el sur, como suelen orientarse los templos budistas o taoistas.

Se trata de la gran Mezquita de Xian, una fascinante mezcla de arte islámico y chino. Tambien hay aquí un curioso barrio musulman, un dédalo de callejuelas, donde cocinan cuscus y Tallin como en un zoco marroquí.

Y es que una parte importante de la población de Xian es musulmana, de la etnia Hui. Aparentemente son iguales al resto de los chinos, pero las mujeres cubren su cabeza con un velo, y los hombres tienden a dejarse largas barbas, tradición meritoria para una raza que tiende a barbilampiña.

Esta comunidad ha estado asentada en la región desde el siglo VII, con las primeras expansiones del Islam. La razón es que Xian era el punto final de la mítica Ruta de la Seda y por eso recibía continuamente influencias lejanas. Hasta aquí llegaban las caravanas de camellos con mercancías de todos los rincones del mundo conocido: especias de la India, brocados venecianos, orfebrería de Damasco, marroquines de Estambul.

Esta encrucijada de rutas comerciales hizo de Xian una ciudad prospera, bulliciosa y cosmopolita, donde convivían mercaderes emperadores, monjes, poetas, cortesanos y buscavidas en general, y donde las corrientes de pensamiento nuevas arraigaban con rapidez.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Pagoda de la oca, grande y pequeña

Pagoda de la Gran Oca.

Aunque son lo que le han reportado su fama internacional, Xiang es mucho mas que los Guerreros de terracota, no os creais. Fue la Capital del Imperio mucho antes que Pekín, durante la dinastía Tang, y de aquela época conserva sus imponentes murallas de 12 metros de alto y 18 de grosor, que rodean todo el perímetro de la ciudad.

Sus muchos siglos de historia han visto crecer las grandes corrientes religiosas de oriente. A sus montes se retiró Lao-Tse, para escribir sus enseñanzas en el Tao te king.

Pero su gran legado espiritual se percibe sobre todo en la Pagoda de la Gran Oca y  la Pagoda de la Pequeña Oca, sagrados templos del siglo VII, que albergan los sutras budistas que el monje Xuan Zang se agenció en su largo viaje por la India. Tras atravesar inhóspitos desiertos y montañas nevadas, y habiendo vencido a innumerables demonios, Xuan Zang regresó a su añorado Xiang. Rechazó un cargo ministerial que le ofreciera el mismisimo emperador Tai Zong y fundó esta Pagoda de la Gran Oca, donde se recluyó durante 19 años a traducir del sanscrito aquellas sutras que recogían de manera sistemática las principales obras del budismo indio Mahayana del siglo V, y que aun hoy inspiran a Richard Gere y a mi buena amiga Pe, y a gente asi.

martes, 16 de octubre de 2012

Los Guerreros de terracota

Hace más de treinta años, unos campesinos que buscaban agua para sus regadíos en Xian descubren framentos de una figura de terracota que semeja a un guerrero antiguo. Esta habría de ser  la primera de las piezas de un verdadero ejército a tamaño real realizado en arcilla cocida conocido como “los Guerreros de Xian” .

Poco tiempo después este impresionante hallazgo se convertiría en uno de los conjuntos arqueológicos más importantes del pasado siglo, comparable al de la tumba de Tutankamon.

Se trata de la última morada del legendario Qin Shihuang, el primer emperador de China, el hombre que consiguió hace 2.300 años, unificar todos los reinos feudales de la civilización china y estableció la Dinastía Qin, con capital en Xian. Mandó construir la Gran Muralla, para proteger las fronteras del imperio. Centralizó el ejército y controló personalmente sus dominios bajo un control feroz. Igualó las vestimentas, las opiniones, los idiomas, la escritura, incluso los modos de lucha.

Pero Qin tenia una anhelo por encima de todo: queria vencer a la muerte. Y como sabemos ese proposito es harto complicado incluso para los emperadores. Qin Shihuang solía decir que quería “durar tanto como el Cielo y la Tierra, entrar en el agua sin mojarse y tener contacto con el fuego sin sufrir quemaduras”. Tales eran sus hobbies.

Fue precisamente este obsesivo miedo a morir el que desencadenó su inevitable muerte en el año 210 a.C, a los 48 años de edad, mientras se encontraba haciendo un viaje por la China oriental en busca de las legendarias islas de los inmortales y el secreto de la vida eterna. Su caracter receloso y despótico aparece bien reflejado en la peliciula Hero, de Zhang Yimou.

El caso es que el emperadror Qin Shihuang había desplegado todo su poder para desafiar a la muerte. Y para ello hizo contruir un verdadero ejército de Terracota que fue enterrado a la vez que él y cuya función era la de escoltarle en su viaje al otro mundo.

Hasta ahora se han descubierto casi dos mil de aquellas figuras de soldados, todas distintas. Yo habia pensado dibujar las 2000 pero al final he dibujado una sola para que os hagais una idea. Se cree que el Ejército de Terracota del Primer Emperador chino esta compuesto por al menos 8.000 estatuas, pero la mayoria siguen enterradas, a la espera de que las tecnologías en el campo de la arqueología evolucionen y se pueda garantizar que los soldados desenterrados en el futuro mantengan su color original.

También se decidió, por las mismas razones, esperar un tiempo antes de entrar al túmulo bajo el que se encuentra la cripta de Qin Shihuang (situado a un kilómetro y medio de distancia del Ejército de Terracota). A dia de hoy este enclave funerario todavia sigue rodeado de enigmas y misterios, pero las crónicas de la época aseguran que en esa tumba descansan tesoros inimaginables. El historiador Sima Qian habla de ríos subterráneos de mercurio, cauces que «se hacían fluir mecánicamente y representaban el río Amarillo y el río Azul». Según él la tumba contenía maravillas increíbles, maquetas de palacios y espléndidos tesoros; el techo de la cámara fúnebre era de «bronce salpicado de gemas como si de un cielo estrellado se tratara».

Dragón olimpico


Las intalacciones acuáticas del las olimpiadas de Pekin, se complementaron con un gigantesco complejo hotelero que se construyó en las inmendiaciones. 

Este complejo tenia la forma de la columna vertebral de un dragón y su torre principal tenia una especie de cresta que se agitaba al viento, arquitectonicamente impactante.

La idea era ofrecer la imagen de un gran dragón que acude a beber agua a la piscina, en consonancia con las ideas del fen-shui.


lunes, 15 de octubre de 2012

El Nido


En el año 2008 los Juegos Olímpicos trajeron un gran cambio en el perfil urbanístico y humanode Pekín. Mas de un millon de personas fueron expropiadas y desplazadas, para abordar las grandes infraestructuras del norte de la ciudad.

La obra mas emblématica del Parque Olímpico es el Estadio Nacional, conocido como “El Nido” por su entramado de líneas en forma de red.

Sus diseñadores, los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre Meuron, partieron de la filosofía china del yin y el yang, busqueda del equilibrio y la armonía.
Un “nido” es el Espacio donde se desarrolla la etica del Cuidado. Las aves adultas cuidan de sus crías incapaces de valerse por si mismas. El lugar para el desarrollo, el lugar para alimentarse y para aprender, son la clave para el crecimiento y para la continuidad de la especie.

La simbolismo del nido resulto tan fascinante para la cultura china, que todo el parque olímpico contiene referencias a este mismo objeto. Junto al nido, la gigantesca torre de radiotelevisión personifica el Ave Fénix, resurgido de entre la cenizas.

jueves, 11 de octubre de 2012

Sabrina





















Se llamaba Huan Shi pero, por facilitarnos la diccion, quiso que la llamaramos Sabrina.

Nos guió por las callejuelas de Bejing y nos introdujo en la hogareña intimidad de los hutongs. No enseñó a decir Ni hao (hola), Xixie (gracias) y Pu Lá (comida picante) y a contar hasta diez con los dedos de la mano, que nada tiene que ver con como contamos en Occidente.

Por todo ello, mi rendido agradecimiento.

martes, 9 de octubre de 2012

El Templo del cielo



El Templo del Cielo es el máximo exponente que ha quedado del arte Ming. Se sitúa al sur de Pekín y estuvo dedicado a las ceremonias imperiales de oración y ofrendas de sacrificios a los Dioses del Cielo y la Tierra. Hoy en día, el sitio ha pasado de ser un conjunto de templos-altares a convertirse en uno de los mayores parques públicos de la ciudad, con sus 2,7 millones de m² de superficie total. Una zona de esparcimiento donde los jubilados se juntan para cantar y los niños vuelan sus cometas.

Entre sus sobresalientes singularidades, destacan los efectos acústicos que se producen en sus distintos espacios. El eco de la Terraza del Triple Eco, o la Terraza de los Truenos a Oídos del Cielo, se produce al subir al Salón de las Rogativas por las Cosechas. Para subir al Templo hay tres terrazas con nueve escalones. Si damos una palmada en la primera terraza, nos devuelve su eco. Si damos una palmada en la segunda terraza nos devuelve dos ecos de las mismas. Y si hacemos lo propio en la tercera, se nos devuelve el eco de tres palmadas.

En otro extremo del conjunto se encuentra el Muro del Eco, una pared curva que rodea el Templo de la Bóveda Imperial. Cuando uno habla o susurra frente la pared, la superficie lisa refleja la voz haciéndola rebotar sucesivamente en la pared y llegando claramente al extremo opuesto del muro, a pesar de tener una distancia de 60 m y construcciones en medio. En la antigüedad se solía asociar el fenómeno a la idea de una comunicación entre el Cielo y el ser humano. En este espacio de recogimiento eintrospección, los turistas berreamos a voz en grito, para ver a quien se le oye mas y mejor.

Hay aun un ultimo efecto acústico en el Altar del Cielo. Una gran plataforma redonda escalonada y rodeada por un muro cuadrado. Consiste en tres terrazas concéntricas rodeadas de balaustradas de mármol blanco. Cada grada es rodeada por una barandilla de piedra esculpida. En el centro exacto del nivel superior, hay una piedra de mármol redonda y un poco elevada. Es conocida como la Piedra del Corazón del Cielo y es considerada de buena suerte tocarla. Si uno se sube a ella y habla en voz baja, sus susurros se magnifican y se oyen en voz alta, como respuestas provenientes de todas partes, órdenes sagradas provenientes del mismo cielo, según los antiguos



     

lunes, 8 de octubre de 2012

De leones y leonas


A pesar de su feroz aspecto, el león es en China un animal benéfico, un símbolo de fuerza y equlibrio. Las puertas de muchos edificios están flanqueados por un león y una leona, criaturas protectoras de la casa, ahuyentadores de los malos espíritus.  

Ahora bien, ¿como sabemos cual es el león, y cual la leona? ¿Por qué el león tiene melenas? No ¿Por qué el león ostenta salaz en sus bajos una polla como un olla? Tampoco. Ambos exhiben rizadas melenas y ambos carecen atributos sexuales. La diferencia estriba en que el león tiene una especie de pelota debajo de la garra, que representa el orbe terrestre, mientras que la leona tiene un cachorro, que representa un cachorro, dejando bien a las claras el reparto de roles entre ambos sexos y la discriminación en el reparto de tareas que, por razones de genero, sufren muchas leonas en China.

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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