domingo, 31 de octubre de 2010

dia de muertitos


Pongo aqui un fragmento de la película "Viva Mejico" de Einsenstein, para conmemorar el dia de difuntos. El triunfo del hombre sobre la muerte mediante la burla. La ancestral tradición látina para compensar la ñoña festividad anglosajona. Por cierto, ñoña es la única palabra que se me ocurre que empiece con eñe, con el mérito añadido de trenerla repetida. En euskera me acuerdo de ñabardura, aunque no recuerdo el significado.

El aventurero padece un estado febril que empuja su pensamiento por una trayectoria errática.
Un virulento herpes ha colonizado su hirsuto rostro y amenaza con provocar una pandemia por toda la cornisa cantabrica. Su rostro lleno de repugnantes pústulas, ha merecido muchos reconocimientos en la noche de Halloween, entre zombis, vampiros y agentes de Bolsa.

Desde hace unos dias lleva en el bolsillo una moneda italiana de dos euros. La conserva porque la efigie de Dante le hace recordar las primeras lineas de la Divina Comedia: "En la mitad del trayecto de la vida me encontré en una senda oscura, pues había abandonado el camino recto".

jueves, 28 de octubre de 2010

Desdemona y el palazzo Contarini Fasan



Ya que hablabamos de moros y de Venecia, es obligado hacer una alusión a Otelo, el moro de Venecia.

Otelo, general chipriota al servicio de Venecia, conquista el amor de Desdémona, hija del senador veneciano Brabantio, y se casa con ella. Brabantio le acusa ante el Dux de haber hechizado y raptado a su hija. Pero Otelo explica que conquistó lealmente el corazón de Desdémona, relatándole sus gestas, y ésta confirma su relato.

Luego la cosa se va torciendo, por las instigaciones del infáme Iago, y no os voy a contar el final, porque supongo que ya lo conoceis, pero en cualquier caso, la cosa acaba mal, como casi todo lo que escribía Shakespeare.

El bardo universal basó su obra en la séptima novela de la tercera década de los Hecatómitos de Giovan Battista Giraldi Cintio, que a su vez recogió un episodio histórico, sobre él que existen diferntes versiones.

Lo que está generalmente admitido es que la infortunada Desdemona, esposa del celoso moro, pertenecía a la familia Contarini, y que habitaba el pequeño pero elegante palazzo Contarini Fasan, situado en la orillas del Gran canal, frente a la Salute.

lunes, 25 de octubre de 2010

Campo dei Mori



En campo dei Mori, sestiere de Cannaregio, junto a la casa donde vivió y murió Tintoretto, hay cuatro estatuas adosadas en una fachada, conocidas como “los moros”.

Al parecer estas esculturas representan a los tres hermanos Mastelli (Rioba, Afani y Sandi), miembros una acaudalada familia oriental de mercaderes que vivían en el Palazzo del Camello, al fondo del campo.

Los Mastelli eran originarios de Morea. Habían partido de allí por motivos un tanto oscuros y, al llegar a Venecia, habrían adoptado este apellido. Mastelli designa riqueza, arcas repletas de oro, y es que su fortuna debía ser proporcional a su codicia. Los Mastelli, especialmente Rioba, tenían fama de marrulleros en los negocios y engañosos en los tratos. Aun asi, Rioba se jactaba de lo contrario “Que el Señor me convierta en una piedra si lo que digo es falso”.

Sus chanchullos hallaron castigo cuando intentó estafar a una anciana viuda, que resultó ser Santa Magdalena. Rioba le había colado una mercancía defectuosa, cuando subitamente empezó a petrificarse. Sus hermanos intentaron ayudarle, pero al contacto quedaron tambien de piedra, por complicidad en la estafa y la blasfemia, supongo.

Y alli siguen los hermanos, petrificados en Campo dei Mori, y hay quien dice que por las noche aun se les oye gritar, aunque esto último no lo puedo garantizar.

Ahora bien, si los Mastelli eran tres y hay cuatro estatuas, la pregunta es inevitable ¿A quien representa, pues, la cuarta estatua, la que tiene una nariz postiza de hierro? ¿Acaso a Antonio, sirviente de los Mastelli?
Qué sé yo.


miércoles, 20 de octubre de 2010

Columnas de San Marco y San Teodoro



Las Columnas que cierran la plaza de san Marcos junto al palacio del Dux, forman parte de los múltiples tesoros traídos de Constantinopla, fruto del saqueo que protagonizaron los venecianos de la IV Cruzada.

Sobre la Columna Oeste está la estatua de San Teodoro, patrono de la ciudad hasta el advenimiento de los restos de San Marcos en 828 d.C. La Columna Este representa al propio San Marcos, y se encuentra coronada por un león alado de bronce, símbolo del evangelista. Se cree que ésta es una pieza procedente de la China, a la que añadieron las alas en Venecia.

Al parecer, en un principio las columnas traidas de Constantinopla eran tres, pero una de ellas se partió al desembarcarla y se quedó para siempre en el fondo de la laguna. Las otras dos estuvieron largos años tumbadas en el muelle, porque nadie sabía como poner en pie esos enormes bloques de granito.

El problema fue resuelto por Nicoló Barattieri en 1172, el arquitecto que levantó el primer puente de Rialto, el que se hundió al paso de la vistosa Marquesa de Ferrara. Como compensación por la notable hazaña de la columnas le concedieron el monopolio del juego, que por aquel entonces estaba prohibido en Venecia, con la condición de que las mesas de juego se instalaran entre ambas columnas.

Ignoro cuanto tiempo estuvo la zona dedicada a salón recreativo, pero intuyo que declinó antes del siglo XVIII cuando se empezó a instalar allí el patíbulo, y el hedor de las cabezas decapitadas y expuestas durante tres días emponzoñaba la meliflua fragancia de la corte.


sábado, 16 de octubre de 2010

jorobado



En el mercado de frutas proximo a Rialto hay una columna de porfirio -traida en 1291 de San Juan de acre, último bastión de los cruzados- desde donde se leían al pueblo los bandos y las sentencias.

En la base de la escalera de acceso hay una figura retorcida que sostiene la estructura, a la que los venecianos llaman "el jorobado". Pues bien durante la edad media, los ladrones eran condenados a correr desnudos desde san Marcos hasta Rialto, y durante ese largo tramo, la gente les propinaba latigazos a discreción.

La columna del jorobado era la meta donde acababa el suplicio, de manera que cuando llegaban, los condenados abrazaban y besaban la estatua aliviados.



martes, 12 de octubre de 2010

Rialto


El Puente de Rialto se construyó en la segunda mitad del siglo XVI para sustituir uno de madera que se derrumbó en 1444 debido al peso de la multitud que se agolpaba para ver el paso de la nueva esposa del Marques de Ferrara, que digo que muchas serían sus virtudes para armar semejante revuelo.

Para sustituir el puente hundido se convocó un concurso en el que participaron los mejores arquitectos del momento, desde Miguel Ángel a Palladio. Pero los vencedores fueron Antonio da Ponte y su sobrino Antonio Contino, que presentaron un diseño sencillo y novedoso, un puente de un solo arco, sostenido sobre unos 12.000 pilares de madera. Sobre la estructura dos hileras de tiendas delimitados por tres pasajes peatonales.

La construcción no debió ser facil a juzgar por los bajorrelieves satíricos esculpidos en las inmediaciones, poniendo en duda que se pudiera mantener en pie un puente de piedra de esas características. Por ejemplo, ese friso en el que aparece un hombre con tres piernas cuyo significado resulta evidente para cualquier observador avezado: "El puente se sostendrá cuando las pollas tengan uñas".
A pesar de tanto escepticismo, muchos siglos y muchos peatones después, el puente se conserva intacto y esplendoroso.


Hasta 1854, momento en el que se levantó el Puente de la Academia, el Gran Canal solo se podía atravesar por el puente de Rialto. Posteriormente se construirían otros dos sobre el Gran Canal de Venecia, siendo el último el polémico puente diseñado por Santiago Calatrava. Su elevado coste y la duración de las obras no han despertado simpatías hacia el valenciano, pero es que ademas parece dudoso que las orillas del Gran Canal, apoyadas sobre pilares de madera, puedan soportar el gran peso del puente.


viernes, 8 de octubre de 2010

Grandes remedios



Paso por la Calle della Morte y siento un escalofrio. Cuanto mejor estaria en la Via de Amore degli amici. Me siento aliviado cuando la calle acaba y desemboca en la Campo Bandiera e Moro o della Bragora.

Inmediatamente recuerdo una historia.

Corría el mes de febrero de 1819, aunque tampoco corría demasiado.
Un circo se había establecido en Riva degli Schiavoni, para animar los carnavales venecianos. Los contorsionistas se retorcían, los magos desaparecían, los payasos lloraban… todo transcurría con circense normalidad, cuando de repente, tal vez hastiado de su cautiverio, el elefante enloquece y aplasta a su domador. Huye y empieza a destrozarlo todo a su paso hasta que llega al
Campo Bandiera e Moro o della Bragora y se refugia en la iglesia, acogiéndose a sagrado. Tal es la furia del animal que no hay manera de reducirlo. Alguien avisa al ejercito. Llega un escuadrón equipado de gran artilleria y abaten al elefante a cañonazos.

A grandes males, grandes remedios.






El episodio del elefante y algunas otras de las historias venecianas que aquí cuento las he leido en el fascinante libro La Venecia secreta del corto maltes

miércoles, 6 de octubre de 2010

Cannaregio


Otra entrada de bares, para contentar a Snad y Alp. Pero torpe sería esta guia si solo recomendara locales como los cafes de San Marcos, tan remotos de nuestra capacidad adquisitiva.

Dicen que Venecia es una ciudad muy cara, pero basta con alejarse un poco del eje turístico que une San Marcos con el puente del Rialto para encontrarnos con bastantes trattorias y fondas populares, que ofrecen a precios económicos una variada oferta gastrónomica.

A mi me gusta particularmente la zona de Cannaregio, en el noroeste de la isla, por donde pocos turistas se aventuran.

Alli acudimos a la Enoteca al Timon, un bar situado en la Fondamenta degli Ormesini, cerca de la Judería. Se trata de un local tranquilo donde se sirven platos suculentos y una variedad considerable de vinos. Y tambien tapas recien hechas, algo que no abunda en Venecia. Recuerdo con nostalgia unos pinchos de mozzarella con tomate seco. Tiene algunas mesas en el exterior, desde donde hice este dibujillo.


Otro sitio gracioso por esa zona es el Paradiso perduto. Habiamos leido en una guia que daban comida mediocre a precios abusivos, y nos lanzamos alli de cabeza, pero nos defraudó un poco porque resultó estar bastante bien. La comida era rica y uno que parecía ser el dueño nos hizo unos juegos con cucharas y palillos. Ademas por la noche organizan fiestas y conciertos, que alegran la monástica noche veneciana.

lunes, 4 de octubre de 2010

Cafes de San Marcos

En el menu del Florian dice: "Italia es el pais mas hermoso del mundo. Venecia es la ciudad mas hermosa de Italia. Piazza San Marco es la plaza mas hermosa de Venecia. El Cafe Florian es el mas hermoso de Piazza San Marco. Por lo tanto, usted está tomando un cafe en el lugar mas hermoso del mundo. "


Hablemos hoy de algunos cafes situados en los soportales de la Plaza de San Marcos. Sus precios solo los hacen accesibles para economías saneadas, como las de nuestros conocidos del Harry´s, pero hay que reconocer que su privilegiada situación, sus orquestas interpretando piezas de Vivaldi, su dilatada tradición y su suntuosa decoración dotan de gran encanto a estos locales.

Locales como el Cuadri, donde solian reunirse los oficiales vieneses durante la ocupación austro-húngara y donde los políticos decidían grandes asuntos de estado. O el Lavena donde intelectuales y artistas como Gabrielle D'Anunzio y Richard Wagner se codeaban con extravagantes aristócratas, como la marquesa Casati Stampa, musa de Cocteau y de Man Ray, que solía acudir con su leopardo atado de una correa.

Pero el mas famoso de todos es el café Florian, considerado como un simbolo en Venecia y uno de los cafes mas antiguos de Italia.

Su historia data de 1720, cuando Floriano Francescani lo inaugura con el nombre de "Alla Venezia Trionfante". En estos 300 años de historia sus salones han sido testigos de primera mano de todos los grandes acontecimientos, desde la caida de la Republica Serenisima , a las conspiraciones francesa y austriacas, de la Unidad de Italia a las guerras mundiales.

El Florian fue el primer local que permitio la entrada a mujeres, lo que convirtió a Casanova en un gran asiduo, como lo fueron mas tarde Lod Byron, Proust, Goethe, Rousseau, Stavinsky o Modigliani.


amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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