viernes, 31 de agosto de 2012

La Gran muralla











Después de la unificación de toda China, en el siglo III A.C., el primer emperador Qin Shi Huang,  unió las murallas aisladas que habían ido levantando, para frenar los ataques de los temidos hunos y las hordas nómadas del norte, en los períodos de Primavera y Otoño y de los Reinos Combatientes del norte.

Asi surgió la Gran Muralla, la obra mas colosal jamas emprendida por el hombre. Un muro descomunal de mas de 7.000 kilometros de longitud, que se extiende desde las montañas de Corea hasta el Desierto de Gobi, levantado en el vano empeño de aislar del mundo exterior a un enorme pais.

Para su construcción se requirió de un gran contingent humano compuesto por soldados, campesinos, prisioneros y artesanos. Se dice que cuando alguno de ellos moría, o incluso cuando caía exhausto, los guardias lo arrojaban dentro de los soportes de los cimientos y seguían adelante. Tengo leido que más de 400.000 personas fueron sepultadas debajo de su estructura.

Ah, y no es cierto que sea la única obra humana que se ve desde la luna, porque en ese caso tambien se vería, por ejemplo, la autopista Bilbao-Behobia, que es mas ancha. Es otra de las muchas falacias que quieren que creamos quienes siembran la confusion y disfrutan con el engaño, y que ha quedado profusamente refutada por el rigor de la ciencia.

miércoles, 29 de agosto de 2012

el Buda jotiniano


Mi entrañable hermano Joti, al que humildemente oficiaba de Rigodón en el viaje a China, sufrió a la postre un incidente coronario, del que se recupera favorablemente.

El equipo médico señala, como una de las posibles causas del lamentable episodio cardioascular , el innegable parecido que guarda con el Buda de la felicidad, con quien era a menudo confundido. Y es que la similitud llegaba hasta tal punto que, en algunos templos, los fieles se postraban a su paso y depositaban a sus pies ofrendas en forma de alimentos altos en colesterol que, por no decepcionarlos, engullíamos inmediatamente. Tamaña ingesta de oligoelementos y trigliceridos se manifestó en una presión arterial descontrolada, que su gran corazón no podía soportar.

Bueno, el caso es que superado el susto, Joti se encuentra en franca mejoría y desde aqui le deseamos una rápida y completa recuperación.

viernes, 10 de agosto de 2012

Sabrosura

Fuimos a unos puestos de comida callejeros, cerca de Quianmen. Los olores eran agrios y espesos. Penetrantes y persitentes. Una vez que se instalaban en la pituitaria era difícil eliminarlos.

Pero si para el olfato era una experiencia impactante, para la vista y el gusto resulta sobrecogedor: serpientes retorciendose, arañas tostadas, caballitos de mar churruscados, gusanos fritos, escorpiones vivos ensartados en un palo…

Uno de los tenderos agitando una brocheta en cada mano, nos ofrecía sendos manjares: "dog & cat".

Yo tengo la sospecha de que toda esta casqueria de entomólogo no es mas que un reclamo para los turistas y que los chinos jamas comerían esas guarradas. Creo que ellos mismos alucinan cuando nos ven probando esos bichejos nauseabundos. “Estan locos estos extranjeros. Si les pones delante un trozo de neumático y les dices que es algo típico, tambien se lo zampan” parecen murmurar entre ellos.


jueves, 9 de agosto de 2012

hutongs


Es Pekín una urbe en constante evolución., la arrolladora pujanza económica la lleva a trasformarse a un ritmo frenetico. Un urbanismo feroz arrasa con las construcciones tradicionales y sepulta las esencias pekinesas. De un dia para otro desparecen barrios enteros y aparecen de la nada colosales rascacielos. Los bloques de cemento desafian a las nubes, y las amplias avenidas se asfaltan sobre las esencias mas ancestrales.

Pero aun persisten en el centro de la ciudad los tradicionales Hutongs, un tipo de construcción típica de la ciudad. Los hutongs son manzanas cuyo perímetro exterior suele estar rodeado de pequeños comercios, con algunos estrechos callejones que dan acceso al interior. Una vez que entra en el corazon de la manzana, un laberinto de callejuelas, patios y recovecos, va uniendo el entramado de viviendas mas o menos acomodadas, de una planta, con servicios comunes.

Los hutong tienen su origen en la dinastía Yuang (1271-1368), y fueron construyéndose a lo largo de las posteriores dinastías imperiales hasta la llegada de la Revolución China, según el protocolo de la dinastía Zhou (1027-777), que distribuía la ciudad en círculos concéntricos alrededor de la cuidad prohibida. por la Ciudad Interior y la Ciudad Exterior.

Desde la fundación de la República Popular China, muchos ciudadanos han dejado los hutongs donde vivieron sus antepasados durante generaciones y se han ido a vivir a bloques de apartamentos modernos, en los anillos mas periféricos.

Aunque en los años sesenta Mao Zedong animó a la población a destrozar cualquier reliquia histórica o cultural que simbolizara el imperialismo, ha sido en los últimos 20 años cuando la especulación inmobiliaria ha devorado el 80% de los hutongs de Pekín, en su insaciable voracidad.

Actualmente algunos hutongs estan siendo declarados áreas protegidas, con lo que las viejas construcciones de Beijing se preservarán para las generaciones venideras. Pero existe el peligro de que con el sistema de protección pierdan cierto sabor de autenticidad y acaben convirtiendose en expositores para turistas.

Asi que recomiendo vivamente a los próximos visitantes que recorran y deambulen por los hutongs que encuentren, aún a riesgo de extraviarse. Ahora bien, procurando en cualquier caso no invadir la intimidad de los residentes, que tampoco es cosa de meterse hasta la cocina y ponerse a picotear de su wantung frito.

miércoles, 8 de agosto de 2012

El Hombre de Pekin

Nuestro primer destino es Pekín, última capital del pais y una de las ciudades mas pobladas del mundo.


Pekín llegó a ser la capital del Imperio en 1271, con la conquista del norte de China por las tropas mongolas, pero para entonces ya era una gran urbe, desde la época del Reinos Combatientes, incluso desde mucho tiempo antes. De hecho, esta ha sido una de las zonas mas antiguamente  pobladas del planeta, como lo atestiguan los restos fosiles pertenecientes al hombre de Pekín, un eslabon perdido entre el homo erectus y el homo sapiens, con mas de 700.000 años de antigüedad.

El Hombre de Pekín merece una pequeña reseña, por lo peculiar de su hallazgo y lo azaroso de su investigación. Sus restos fueron descubiertos entre 1921 y 1937, pero los primeros vestigios no aprecieron en excavaciones, sino en una botica de China, donde se vendían como huesos de dragón, muy demandados por sus propiedades afrodisíacas y curativas. Quiso la casualidad que uno de esos dientes fuera a parar a un científico sueco, que al analizarlos reconoció su pertenencia a un homínido extinto.

A partir de entonces y durante 7 años se llevaron a cabo excavaciones en lo que se conoce como Colina del Hueso del Dragón, desenterrándose fósiles de más de 40 ejemplares de adultos, jóvenes y niños. Hasta que en julio de 1937, en los prolegómenos de la II Guerra Mundial, comenzó el asedio japonés al país. Ante la inminente invasión, en 1941 las autoridades chinas  decidieron enviar los fósiles a EEUU pero, en algún punto desconocido del trayecto, desaparecieron.

Aun asi, los paleontologos pudieron continuar con sus trabajos a partir de los moldes, los informes previos y las excelentes radiografías y fotografías llegando a la conclusión de que no eran una especie nueva, sino pertenecientes al homo erectus, el verdadero precursor del ser humano.

Hoy la búsqueda de esos restos continúa y desde 2005 existe una comisión china encargada de seguir las diferentes pistas. Las autoridades chinas incluso ofrecen una recompensa de 150.000 dólares por esos valiosos restos, de enorme valor para los paleontólogos.
N del A:
Yo mismo presenté unos huesos a la comisión, ante la sospecha de que podrían estar relacionados con aquellos vestigios paeóntologicos. Sin embargo, tras un breve analisis, los expertos rechazaron cualquier vínculo y me denegaron el abono de la recompensa al constatar que se trataba de huesos de pollo del contiguo Kentuky fried chicken.


martes, 7 de agosto de 2012

en transito


¿Como compartir la vivencia de un viaje por China? ¿Cómo trasmitir cuanto mis retinas atesoraron? ¿Como comenzar el relato de aquellos extraños acontecimientos?  Una buena fórmula suele ser empezar por el principio.

Volamos vía Paris. Tuvimos que estar unas cuantas horas en el aeropuerto Charles de Gaulle, desde donde debiamos volar a Pekín. Rondando ya la medianoche en las desoladas salas de espera, nos conectamos a un ordenador para ver la final de la Eurocopa, y se nos fueron juntando todos los apátridas del duty free. Criaturas perdidas, aburridas, abocadas a un tránsito perpetuo, armadas con sus toblerones gigantes. No recuerdo el resultado exacto, pero la roja le dio un baño a Italia.

miércoles, 1 de agosto de 2012

AVENTURA ORIENTAL

 
Mi buen amigo Miguel, adelantandose a los acontecimientos que habrían de suceder,  me retrató de esta guisa en la página de mayo de su calendario berebariano. Corriendo por la muralla china, perseguido por una especie de comecocos, claro trasunto de los embates del destino 

Para los que no esteis familiriazados con el almanaque, os dire que es un gran honor aparecer en el calendario berebariano de Miguel, una especie de calenario Pirelli de los aventureros. 

Como veis, aparte de los cumpleaños del mes de la gente allegada, tambien señala los partidos del athletic, eup!

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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