martes, 21 de agosto de 2007

Maravillas del nilo (todo incluido)

Trepidantes aventuras en los callejones del Cairo, momias egipcias que vuelven a la vida para descubrir que no merecia la pena, accion y mamporros en la tierra de los faraones, veladas románticas a orillas del Nilo, tierras de Egipto para emular la pigmentación de los nubios, misterios milenarios sacados a la luz sin tapujos... y diversion a raudales

Conseguirá el aventurero desmascarar a la terrible secta de adoradores de Anubis, saqueadores de tumbas y bebedores de sangre? conseguirá la aventurera un kaftán a buen precio en el mercadillo de El Khalili?


La respuesta a estas preguntas y mucho mas, proximamente en su blog favorito

PD. El principal motivo para viajar a Egipto es que me resulta mucho mas facil dibujar una piramide que una catedral gotica o un templo birmano, como podeis comprobar en el dibujo de las piramides de Keops, Kefren y Micerinos que os adjunto

12 comentarios:

Alacran dijo...

¿Aventuras?, ¿diversión?, ¡venga ya! Vas a Egipto como un burgés, funcionario de los viajes organizados. Cuando naveges por el Nilo pensarás para tus adentros que fue más emocionante la travesía de hace unos años por el Nervión en el Txinbito, y cuando veas medio dormido las pirámides dirás que sin titanio no te gustan los monumentos.........

gus aneu2 dijo...

pues a mi éste es de los dibujos que más me han gustado.
El Tigre de Nilo te llamaremos en adelante.

EL AVENTURERO dijo...

funcionario yo? calla, alacran viperino, hace mucho que aprendi que hay mas mundo fuera del botxito, aunque no sea tan interesante
gus, preferiria el ligre del Nilo, que convina la majestuosidad del leon con la fiereza del tigre

Anónimo dijo...

Buen viaje, y cuídate de las oscuras conspiraciones que tanto abundan en los callejones de El Cairo

gus aneu2 dijo...

Unmm... esto puede terminar en el Ligue del Tilo.
¿Que tal las fiestas?

Jas dijo...

Así que por Egipto...anda que no te vas tu lejos ni na a pasar calor, no te van bien las placenteras, solitarias y verdes playas de Salou?? jajaja...ale campeón, que lo pases bien y a ver si en el próximo dibujo de pirámides incluyes la entrada o algún detallito mas, que cuando quieres bien que te esmeras, cacho perro!!!

Y si te acuerdas, dale un toque a la Sra. Mayor y dile que tiene e-mails pendientes de responder, que no se donde andará esta Sra. perdida??...no estará contigo por Egipto, no??

Wendy Pan dijo...

Oooh! Obra de arte maraavillosa, con sus detalles del repujado churrigueresco propio de los perros del desierto...
..., o son tigres del desierto?
leones?
ligres, ligues, señoras mayores??
cucudrulus de Tilo?

Que conste que yo nunca he estado en Egipto, ni ma dao el sol en la cocorota, eh??

Besotes a lo Indiana Jones

isaac dijo...

jajaja... me ha encantado la nota después de, como dice Gus, un gran dibujo.

Menuda envidia... Egipto! ese sitio es una de mis particulares obsesiones desde que era un crío.

Estaré pendiente de tus trepidantes aventuras!!!

gus aneu2 dijo...

Por si no teneis parque de atracciones:
http://www.senggeng.com/wada/
memorypark/englishver/base.html

princess dijo...

Esperaremos las respuestas a las interrogantes ;)
Oye Aventurero, un ligre? impresionante el animal pero es tan grande que solo puede vivir en cautiverio, asi que no creo que puedas ser un ligre.
Como quiera que sea,me gusta tu blog.
Saludos

lenoreanabel dijo...

ohh, estás en mi egipto adorado!!!!Estuve por segunda vez el año pasado y ya lo echo de menos. El dibujo de las pirámides lo has clavaó!!!! jejejeje. Espero ansiosa tus próximas entradas sobre la tierra de los faraones en el mismo blogcanal, a la misma bloghora,...;-) besos aventurero.

ángela dijo...

pues sin saberlo he estado en las pirámides!!!tus dibus siempre han sido mis montañas y como acabo de llegar de pirineos.....

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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