viernes, 1 de agosto de 2008

En la tele

Ey, mirad que reportaje me han dedicado en el programa Camara Abierta, de la 2.
Ahi aparezco diciendo verdades como puños, indispensables para la comprensión de la evolución del pensamiento en Occidente.

http://es.truveo.com/C%C3%A1mara-abierta-Diario-del-aventurero-moderno/id/1730502561

14 comentarios:

Martine dijo...

"Aventurier" me he permitido añadir este video en la Entrada que te dedicaba, si ves algún inconveniente me lo dices y lo sacaría inmediatamente..

un beso.

EL AVENTURERO dijo...

en absoluto, selma
me parece nuy bien

Martine dijo...

Me parece genial!!!Miles de gracias, Aventurier!

Y besos idem!

gus aneu2 dijo...

Ni Richard Burton, oiga.
Un abrazo.

martut dijo...

Bueno, yo te he conocido por este programa de televisión y ya te he añadido a favoritos,me apunto a disfrutar de tus dibujos y tus bandas sonoras.

Isabel Castaño dijo...

aventurero, gracias.

kalamaro dijo...

A ze ondo!!!!!!!!!!
Telebista izar bat ezagutzen dut!!!!!!!
Por sierto, no se pierdan un viaje pequeñito por una ciudad pequeñita:
"Bilbotik Bilbora", la obra cumbre de tres grandes autores no lo suficientemente loados ni laureados...toma bombo!

Anónimo dijo...

Impresionante. Esos cuadernos que guardabas en el armario se están aireando de verdad. Recuerda quiénes fuimos tus primeros fans.

BILBOK! dijo...

"Con la mente abierta", dice el aventurero. Manda güevos.

Anónimo dijo...

Se te ve alto, guapo y lozano, pero no entiendo eso de que eres de Bilbao, ya sé que nacemos donde queremos más ¿renegamos de ese querido Basauri?.

Enhorabuena por la interview y espero seguir leyendo tus aventuras a mi retorno de la Auvernia.

Wendy Pan dijo...

Enhoraboina, mi amol!

Besotes

gus aneu2 dijo...

Aqui huele a trauma posvacacional, ¿o es el peso de la fama?
Y es que te echamos de menos aventurero.

EL AVENTURERO dijo...

gus, ya vuelvo que es el que verano me tine un poco disperso

judax, de basauri siempre pero era por ubicar a la gente de fuera, que ya sabes que basauri es tan pequeño que no se ve en el mapa

alorza ¿como va todo? a ver si nos vemos que queria comentarte un par de asuntos

fugitivo, siempre negativo, nunca positivo

wendy, moito obrigado

martut, isabel, bienvenidas

kalamaro, que gran recomendacion

Anónimo dijo...

he visto y escuchado la entrevista y vaya me siento con sindrome de estocolmo.

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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