El dia que tanto habiais estado temiendo ha llegado. Agosto se fue con sus cerezas maduras y llegó septiembre con sus manzanas verdes... y con su vuelta al cole, a la rutina y al tajo.
Atras quedan ya las indolentes vacaciones, las siestas a la sombra de una parra, la crevecita helada en una terraza hasta bien entrada la noche, los baños desnudos a la luz de la luna. Esos momentos que no volveran hasta dentro de once larguisimos meses.
Para el aventurero, sin embargo, las cosas funcionan de otra manera, todo el rato jijiji jajaja
En fin, animo, amigos mios, hay cosas mucho peores
amica veritas, sed magis amicus plauto
Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.
En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.
Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.
Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.
Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.
En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.
Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.
Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.
Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.
8 comentarios:
"Los caballitos poni son mucho más triste
no hay nada más triste que los caballitos poni"
Y mientras los regresadores de agosto sufren la reentré uno y otra se irán en merecidas vacaciones a no hacer la nada más digna que podamos no hacer.
Este dibujo pasará a ser de los mejores, que envidia.
Ey ! Yo he cantado eso mogollón de veces, en la musicalización de la Semana SAnta no hay mucha variación en las letras, jeje (asín no te la tienes que empollar).
Los ríos mencantan (y encima ese con cascada) será porque aquí no tenemos, snif!
Asín que Gus se quede con el sofá que yo me quedo con lo verde y azul.
Bienvenido de güelta Aventurero !!
Kaixo Bajito!!...que gusto tenerte otra vez por aquí, parece que las vacaciones te han sentado de maravilla y que tienes las pilas bien cargaditas ehhhh....pues nada, ánimo con la nueva temporada de curro y ya sabes que las cervecitas heladas se las puede tomar uno todo el año, así que no sufras.
Si tienes pensado o planeado un viaje a los madriles en breve, dame un toque, que tengo algo que "pedirte".
Un abrazo, extensible al Tito Gus y a la dulce Wendy.
Ha vuelto el aventurero! Por suerte para los que no podemos viajar tanto como tú, tenemos tu blog. ;-) Este finde he estado en vitoria en el festival azkena, disfrutando de los placeres culinarios y de buen rock. me encanta. besitos.
Pues para algunos setiembre nos va a sentar de maravilla, justo a los que nos vamos ahora de vacaciones!!! Que os sea leve...
Besotes!
Que sabias palabras S!!! septiembre va a ser maravilloso para algunos de nosotros ;)
BIENVENIDO SEAS, AVENTURERO!!
¡Bienvenido Bajito!
se comenta por los bajos fondos de la ciudad que tus últimas aventuras transcurren en cierto idioma que...
aupa ahí Uge!! eutsi gogor!! ta itzuli, mesedez
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