miércoles, 5 de marzo de 2008

vochito




El vochito era un carro bien aguantador. Alla lo decian vochito pero aquí lo llamamos escarabajo.

En Alemania se lo conoce como "Käfer", en Italia como "Maggiolino", en Brasil es llamado "Fusca" y los franceses le dicen "Coccinelle", para los holandeses es el "Kever", los ingleses le llaman "Beetle" y en EE.UU se refieren a él como "Bug"

Muchos nombres para un msimo vehículo. Es el Volkswagen Beetle, uno de los coches más reconocidos del mundo por su sencillez, economía y longevidad, y sobre todo por su atractivo diseño oviforme.

El utilitario que soñó hitler para los trabajadores teutones se popularizó en las décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial y ahora ya solo se fabrica en Mexico.

En Taxco se pueden ver un chingo de vochitos remontando las colinas. La abrupta orografia de la ciudad lo convierten en el vehiculo ideal, con su robusto motor y su poderosa primera.

En el DF, los pusilánimes desaconsejan coger los bochitos que dan servicio de taxi, porque son conducidos por malosos adictos al secuestro express. Sin embargo, el aventurero los usaba a menudo, desoyendo todas la rcomendaciones básicas de autoprotección, y tan ricamente.



12 comentarios:

------ dijo...

..no tiene nada que ver con su Bochito... en el que anda como pato en el agua. En ese otro es Ud. el que amedranta, deláye y espurga..cómo si lo estuviera viendo. Se le conoce por el Corleone de Sendeja, y hay de aquel que a su paso no se le desensombre. Más yo no le tengo miedo...

princess dijo...

Los vochos :D
el primer carro que compramos mi maridin y yo fue un vocho negro.
pero ya no se fabrican en Mexico, se descontinuaron en el 2003 me parece, hasta hubo un comercial de la gente diciendole adios a un vocho mientras circulaba por las calles, muy gracioso, si lo encuntro en youtube te lo muestro, pero aun se fabrican las refacciones.
Y los taxis del df son toda una aventura, sin su asiento del copiloto, y la cuerdita para abrir la puerta sin necesidad de que el conductor se mueva jajajaja, te ha tocado subirte a alguno de los que te venden pirateria o dulces?
besos mexicanos pa ti

EL AVENTURERO dijo...

nom snad, caro figlio, perche non mi respettas? que cuosa voi? Io sono tropo stanco per la tua insolenza

Wendy Pan dijo...

No te fatigues pues, Aventurero pinturero, y que le den viento fresco a nom sand.

Non ti preocuppare, caro!

EL AVENTURERO dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EL AVENTURERO dijo...

que no, wendy, que es nom snad, y no nom sand, aunque bien pudiera serlo, porque sandececes y no otra cosa salen de su difamante boca

él sí que ha creado una estructura mafiosa, alla en la capital lusitana, y todas las cantantes de fado y las pastelarias deben abonarle el diezmo religiosamente si no quieren ver sus locales inundados de poesias dadaistas

------ dijo...

Bien tú lo has querido:

…Energúmenos de Biembontagme,
fillos de la parole de la némesis,
frango de la montaingne,
tuo descargo me lo paso, qué me désis!

Al loro pintan la encrucijada
em tempos de Mirna, mulher da Dracúla,
estempórios en cuajada,
que la sangre o vertida me estimula…

EL AVENTURERO dijo...

Veis? Veis? Él mismo se delata. Asi es como trata a las pastelaRIAS y a las cantantes de fado. Habrase visto tamaña desconsideracion! Y encima en el dia internacional de la mujer. No me lo puedo de creer!

...La Señora Mayor dijo...

qué intelectual es todo, no puedo con este nivelazo. no se de qué habláis, no sé quién es nom slad.
eugenio, busco compañia y cariño y sólo veo miradas esquivas.

que pasa?

por cierto, qué tal te encuentras?

EL AVENTURERO dijo...

ay, señora, que nos dejamos llevar por el delirio

haga el favor de poner un poc de orden

Wendy Pan dijo...

Aiis, la SEÑO sa pasau por aquí !!
Es que se siente sola viajando por las árias estepas extranjeras?
Jajajajaja nom Slad el empalador jajajajaja, o es emfalador?
Porque por la boquilla muere el pez, manuez!
Y no hablemos de Mirna, la dulce jajajajjajajajjaja

Pero porqué dice lo de las miradas esquivas? por las metánforas??

Aiis que bobilla me se pone la SEÑO cuando pide cariño...

BEsos mil pa mi BAjis

Anónimo dijo...

que bueno!; he estado tres veces en el D.F, y recuerdo eso: no son peligrosos!, la verdad, una maravilla, y eso de sin asiento delantero, o las camisetas de grupos rock haciendo de fundas.
Tal vez se dieran cuenta de que no sacarían mucho con un secuestro, yo que se. Ah, también me decían que al metro sola no, en hora punta no fuí, pero ningún priblema.
No lo niego, en el D.F pasan un montón de cosas, pero el mito, a veces lo supera.
saludos
e.

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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