Diez mil gracias en nombre de todo el equipo que producimos esta crónica de viajes morrocotudos: redactores, aventureros, ilustradores, técnicos de sonido, documentalistas, palafreneros, maquetadotes, ideólogos, becarias y tantos otros que no estoy autorizado a mencionar.
Me acomodo en mi sofa de polipiel a saborear el dry martini que me ha preparado mi mayordomo y me abandono a la nostalgia: parece que fue ayer cuando escribía mi segunda cronica sobre Abu Simbel, y resulta que fue anteayer! Como pasa el tiempo!
Burla burlando, hemos llegado a las diez mil visitas ¿Qué puedo decir para agradecéroslo? Es cierto que la mitad de las visitas las he hecho yo mismo, pero aun así, teneis diez mil zuritos pagados en el bar de la esquina.
Diez mil es un buen número, pero estoy ávido de visitas, son mi alimento virtual, me he vuelto ambicioso e insaciable, necesito mas, mas, mas! Ahora diez mil me parecen pocas! A por las cien mil, como los hijos de San Luis.
amica veritas, sed magis amicus plauto
Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.
En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.
Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.
Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.
Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.
En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.
Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.
Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.
Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.
11 comentarios:
10.000 enhorabuenas, aventurero!
yo también estoy ávida, pero de datos: cuál es exactamente el bar de la esquina? Con 3000 ó 4000 zuritos yo ya me arreglo
MUCHISIMAS FELICITACIONES Sir AVENTURERO!!!
De todas maneras y como bien dices tú, ésto es solo el principio... dentro de poco empezará una era en la que cada persona ávida de aventuras se adentrará en los parajes de este blog.
Por cierto, yo con los zuritos te salgo barato, eh? un abrazo!
ENHORABOINAAA AVENTURERO PINTUREROOO !!!
Pero no, no, no, deja tranquilo a Ambrosio con sus labores que ya te haremos nosotras, las chicas Bajis (no hay chicas Bond?..., pos eso) los dry Martinis: "shaked, not mareaus" XDDDD
..., y eso sí, por ande queda el bar ese de la esquina? No vayas a hacer como el dire de mi coro que dice siempre, el muy trolero:
"si haceis esto bien a la primera os invito a una cerveza".
Sabes cuantas me debe después de chorrocientos años aguantandole...
XDDD
Diezmil veces bendito, aventurero entre los aventureros. Enhorabuena a la becaria y al palafrenero, piezas sin dudas indispensables de la gran familia morrocotuda.
Pd:me preguntan en la taberna de la esquina la dirección para mandar la factura de los 10000 zuritos y que si los quiere con IVA o no.
VEO QUE SOLO OS PREOCUPA LO DE LOS ZURITOS, ESTA BIEN, PARA LOS RETICENTES DEJARE UNAS BOTELLAS DE AMARETTO DI SARONNA.
EL BAR DE LA ESQUINA YA SABEIS CUAL ES, NO? EL QUE ESTÁ AHI A LA VUELTA.
DECIS QUE VAIS DE PARTE DEL AVENTURERO Y QUE ME LO APUNTE A LA CUENTA DEL OTARIO
No sólo, no sólo. Los pintxos también son importantes para tu club de fans, que los zuritos en ayunas se acaban subiendo a la cabeza y terminamos haciendo planes para alquilar un apartamento en Fuenlabrada para pasar el verano.
¡¡EN-BUENAS-HORAS AVENTURISTA!!
Ole por las más de 10.000 visitazas, me has pasado pero de largo (ya hace tiempo) y eso que empezaste mucho más tarde, como se nota quién cuenta cosas interesantes y quién no...pero yo no desespero tranquilo, seguiré dando el coñazo.
Mis zuritos con limón por favor, que sino che me chube mucho a la cabecha y como bien dice el Tito Gus, yo con pintxos si puede ser. Te los apunto en el bar de la esquina que tengo justo debajo de casa ehhh...que lo sepas.
Por cierto, que bien te sienta el traje oye!!
Un blogabrazote Bajito!!
P.D.: cuando te toca volver por aquí para hacer una visitilla y liarla como la otra vez??...la gente está deseando quedar ya. Dinos algo.
Diez mil felicidades, aventurista.
Aprovechando que es jueves de globos, quizá ese zurito lo tomemos por las callles del Kasko.
¡Ah!, impagable la canción de Don Pinpón, aunque cuidadín con lo de "he conocido a chicos por todo el mundo", que luego te toman por lo que no eres.
Lo dicho: a por los cien mil, que son pocos y ...
10.000 enhorabuenas y felicitaciones aventurero!!! Un placer recorrer el mundo contigo y tus historias. A por las 100.000 o a por el millón, por pedir...;-)
Qué elegante con el frac!!!!!!!! besotes.
gracias a todos, especialmente a wendy que se presta a prepararme los dry martinis
alp, tienes razon en eso de la canción, "he conocido a chicos por todo el mundo y todos quieren a don pimpon" suena como para detenerle por pederasta y pasar a llamarle simplemente pimpon
jas, hace tiempo que no paso por madrid, si voy ya os avisare. Por cierto, perdí la plantilla para firmar de photoshop y ahora no se como repetirla
Gus, dile que la factura a nombre del aventurero y con IVA, por supuesto, yo siempre al corriente de mis obligaciones fiscales y para con la seguridad Social(no me hagas esas preguntas aqui, que me comprometes)
y todos los demas, acomodaros, que seguimos recorriendo el mundo
Señor viajero, como sigo sus aventuras por bloques -cuando me puedo conectar-, aquí en Oihanaoc, mis visitas no contribuyen a aumentar los dígitos de su blog, pero sí lo hacen en calidad. Me paso un buen rato embobado, subiendo y bajando la página, embelesado por dibujos y textos. Así que una vez he mareado todo el asunto, juntando cabezas de esfinges con aljibes o al licenciado Valdés dirigiendo el tráfico en Berlín, en fin, cuando los textos y trazos son todo uno, me descargo (sí, me descargo) todo en el Word para leerlo con detenimiento. Mi pregunta es, Sr. Viajero, si debo introducir unos euros en un sobre y enviarlos a la SGAE.
Mis felicitaciones. Elevo un vaso de vino a su salud y ¡larga vida llena de viajes!
Por cierto, cómo gana usted en angostura, vestido así de freac.
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