Tut y el valle de los reyes
Ni una brizna de hierba, ni una gota de agua. Tan solo la vanidad de unos hombres que creyeron ser dioses
A pesar de ser un faraón menor, Tutankamón siempre ha fascinado a los arqueólogos y estudiosos del antiguo Egipto.
Su prematura y enigmática muerte, así como la maldición que afectó a los que estuvieron implicados en su hallazgo ha rodeado esta momia de un halo de misterio
Su tumba intacta fue descubierta en 1922 por Howard Carter en el valle de los reyes, en Tebas. Carter estaba convencido de la existencia de una tumba que jamas habia sido saqueada, pero desconocia el lugar exacto. La entrada permanecia bloqueada bajo los escombros extraídos de la vecina tumba de Ramses.
Cuando por fin Howardr Carter y lord Carnarvon destaparon la tumba de Tutankamón, hallaron los mas fabulosos tesoros que pudieron soñar, pero a la vez provocaron una serie de sucesos inexplicables.
Cinco meses más tarde, a lord Carnarvon se le infectó una picadura de mosquito, en la mejilla izquierda. Poco después falleció en un hotel de El Cairo, y en aquel instante, a la 1,55 de la madrugada se apagaron todas las luces de la ciudad. Simultáneamente, en Inglaterra, en su mansión de Hampshire, su perro aulló... y murió.
En los años siguientes, más de una docena de personas relacionadas con el descubrimiento murieron de forma violenta o poco habitual. El espíritu del faraón muerto, decían las gentes supersticiosas, había dejado caer su maldición sobre quienes profanaron su tumba.
Su prematura y enigmática muerte, así como la maldición que afectó a los que estuvieron implicados en su hallazgo ha rodeado esta momia de un halo de misterio
Su tumba intacta fue descubierta en 1922 por Howard Carter en el valle de los reyes, en Tebas. Carter estaba convencido de la existencia de una tumba que jamas habia sido saqueada, pero desconocia el lugar exacto. La entrada permanecia bloqueada bajo los escombros extraídos de la vecina tumba de Ramses.
Cuando por fin Howardr Carter y lord Carnarvon destaparon la tumba de Tutankamón, hallaron los mas fabulosos tesoros que pudieron soñar, pero a la vez provocaron una serie de sucesos inexplicables.
Cinco meses más tarde, a lord Carnarvon se le infectó una picadura de mosquito, en la mejilla izquierda. Poco después falleció en un hotel de El Cairo, y en aquel instante, a la 1,55 de la madrugada se apagaron todas las luces de la ciudad. Simultáneamente, en Inglaterra, en su mansión de Hampshire, su perro aulló... y murió.
En los años siguientes, más de una docena de personas relacionadas con el descubrimiento murieron de forma violenta o poco habitual. El espíritu del faraón muerto, decían las gentes supersticiosas, había dejado caer su maldición sobre quienes profanaron su tumba.
4 comentarios:
Se debió pillar el sumun de los cabreos cuando lo despertaron de su "sueño eterno" después de tantos cienes y miles de años, puto niñato! Qué culpa tenía el pobre perro.
Me cabrea enormemente cuando se cargan a las mascotas para "hacer sufrir" a sus estúpidos amitos... (fijaros en las pelis yankis, cuanto perros, gatos, conejos y peceras mil han caido bajo la estúpida ira-vengativa de los hombres-que no mujeres..., bueno el conejo sí...;) ).
Yo creo que el perro murio por lealtad hacia su amo, "si tú te mueres, yo me muero, que no te vas a librar de mi tan facilmente"
Y respecto a maltrato no hace falta ir tan lejos, em Medina del Campo aún ahorcan a sus galgos cuuando pierden una carrera, eso sí que es crueldad gratuíta, y de verdad, no en el cine.
Besistos Wendy
..., prefiero no pensar en "la realidad" eso si que es una maldición...
Soy el 10001? Muchas felicidades a los artífices de estos viajes virtuales y muchos años de salud informática
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