lunes, 31 de diciembre de 2007

2008

Y ahora demos la bienvenida al Año Nuevo, repleto de cosas que nunca han sido

Rainer María Rilke


11 comentarios:

gus aneu2 dijo...

...de cosas que nunca han sido.
O sí.
que más da.
Te deseo los mejores periplos y más dsiparatadas aventuras para el año de las olimpiadas chinas.
Y a todos los que por aqui caemos que tengamos salud para leerlas.
Que somos los más guapos, ea!

Anónimo dijo...

Gostei muito desse post e seu blog é muito interessante, vou passar por aqui sempre =) Depois dá uma passada lá no meu site, que é sobre o CresceNet, espero que goste. O endereço dele é http://www.provedorcrescenet.com . Um abraço.

Jas dijo...

¡¡¡PERDIZ ANO HUEVO 8888!!!

Aupa la hostiiiiiaaa!!!

Que este año no te falten viajes que hacer y dibujos y cosas que contarnos.

Un abrazote.

Wendy Pan dijo...

Es verduraaa ! Es el año bizcocho, el de las olimpiadas en el oriente más oriental:

todos pa Pekín !!

eso sí, con una paradita en Madrid dentro de dos semanitas justas aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaagh !!
Ya no queda nada, NADA

Anónimo dijo...

¡Vaya inocentada la del viajero! ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja, ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja, ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,¡me estás matando!,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,¡si sigo riendo explotaré!,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja ¡para ya no quiero sufrir más!,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja. Era ironía.

Anónimo dijo...

No me han dejado poner todos los "ja" que me hubiera gustado.

Anónimo dijo...

Urte Barrigón para el Aventurero y sus rendidos admiradores.

...La Señora Mayor dijo...

gracias, amigos feliz año a todos

ahora ando por madrid unos dias con la aventurera de vsita relampago, pero pronto retomaremos esto

ayer le hice una visita al tito colombo en el fnac

menos mal que el sistema funciona, exterminablosgs, un ja mas habria resultado ofensivo

Anónimo dijo...

bueno, esto ultimo lo he escrito yo pero como lo escribi en el ordenador de la señora parece que lo ha hecho el. Que no se enteré, y si lo hace le echaremos la culpa a Ming

Wendy Pan dijo...

..., ejem, sssssssssh..., en Mongo están revolucionados con el enorme escandalo de la empresa limpia-cohetes más importante del país:
han encontrado una enorme pelusa naranja bajo el asiento del copiloto de la nave último modelo (pfff) de un pijo muy importante!
Es la comidilla en el castillo de Ming.
Así que no creo, querido Baji-Aventurero que nadie se de cuenta, jijijijijijijijiji

gus aneu2 dijo...

Ming acabará dando asilo, seguro, una nueva aventura que contar. Podías traernos algún dibujo se su ignoto reino.

amica veritas, sed magis amicus plauto

Hace ya algunos años, paseaba yo por la calle Tarnok de Budapest, con la mirada atenta del viajero, cuando me sobrevino un estremecimiento que en un principio confundí con un retortijón intestinal. Sin embargo, cuando profundicé un poco más en el autodiagnóstico, entendí que en realidad lo que me sobrecogía era la contemplación de tanta belleza, una especia de mal de Sthendal en versión austrohúngara.



En aquel momento pensé que sería muy egoísta reservarme esa experiencia y decidí compartirla con aquellos a los que el destino no les habia deparado la oportunidad de visitar esa ciudad. Pero tambien con los que habían pasado por allí y no habían experimentado esa fruición contemplativa, como vaca sin cencerro, acaso porque la naturaleza les había negado esa sensibilidad exquisita con la que a mi me había dotado tan generosamente.



Llevado por este altruista impulso, me agencié un cuaderno y un rotulador Edding y empecé a esbozar dibujos como un poseso, en el afán de reflejar cuanto encontraba en mi camino y de plasmar mis impresiones de una manera mas o menos perdurable. Así nació el primer ejemplar de los cuadernos de viaje que componen esta colección. A partir de entonces -a la manera de los viajeros clásicos como Delacroix o Víctor Hugo- siempre que me dispongo a emprender un nuevo viaje, reservo en mi maleta un sitio para el cuaderno, entre los gayumbos y el neceser.



Debido a la desmesura de alguna de las opiniones vertidas en estas crónicas, la cautela aconsejaba ocultar mi identidad. Para evitar ser objeto de persecución política, decidí ampararme en el anonimato, inventando un alter ego al que llamé el aventurero. Aun así, mis detractores opinan que tal grandilocuencia no era sino una excusa que para poder hablar de mi mismo en tercera persona, como Julio Cesar o el Papa.



Nadie espere encontrar en estas páginas una guía de viaje, ni un exhaustivo glosario de monumentos. Ni una descripción fiel de los lugares visitados, ni una reflexión sensata sobre los usos y costumbres. Tan solo un inconexo puñado de dibujos, acompañados por el relato de anécdotas carentes de interés y algunos datos totalmente prescindibles e inexactos. Esa es otra: Ni siquiera puedo garantizar la fiabilidad de los textos. A menudo son cosas que he oído o leído aquí y allá, cuando no son directamente inventadas, fruto de una trasnochada imaginación, como muy bien han señalado algunos de mis detractores.



En la última secuencia de la película de Jonh Ford “El hombre que mató a Liberty Balance”, James Stewart le reprocha a un periodista la falta de rigor en algunas informaciones publicadas. El periodista se defiende: “Mira, James Stewart, en el oeste cuando la leyenda mola mas que la realidad imprimimos la leyenda”.



Con similar menosprecio a la verdad, yo, que solo pretendo evidenciar la paradoja del alma humana, escribo desde una ignorancia que haría avergonzarse, no ya a cualquier historiador aficionado, sino a cualquier persona de bien.



Vayan pues mis excusas para todos aquellos a quienes no correspondo con la veracidad que se merecen. En cualquier caso, espero que quienes recalen por estas páginas encuentren aquí motivo de solaz y esparcimiento, ya que otra cosa no pretendo.



Ahora, merced al avance de las nuevas tecnologías y para estupor de mis dichosos detractores, estos cuadernos pueden ser consultados en la red y quedan al alcance tanto de los curiosos como de los estudiosos de esta basta y vasta obra.

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